Llevar a los oyentes a conocer personalmente a Jesucristo, a conversar con Él, a asimilar su mensaje y ponerlo en práctica en su vida cotidiana

Escúchanos


Pausas para el Alma

Jesús escuchó la petición de los diez leprosos, y como suele hacer con todos los personajes con los que se encuentra, les pide a cambio un gesto de confianza, ajustado a la situación personal de quienes le ruegan. En este caso, no les toca, ni les impone las manos. Sencillamente les manda asumir que se van a curar y dirigirse a quien tiene autoridad para declararlos puros de su enfermedad. Y en el camino, quedaron todos curados. Seguro que se llenarían de inmensa alegría, conocida de mucha gente, cuando los sacerdotes verificaron públicamente la curación del grupo. Pero solo el samaritano se acordó agradecido de su benefactor, Jesús, y supo «dar Gloria a Dios» volviendo con acción de gracias a sus pies.

El Señor nos enseña que debemos ser personas de una fe muy grande que se manifiesta en el servicio.

Gratias tibi Deus, Gratias tibi.  Día de especial acción de gracias y –ese será también nuestro deseo– ocasión de un renovado propósito de sacar la Obra adelante para servir mejor a Dios, a la Iglesia y a la sociedad”.

Siguiendo el ejemplo del pobre Lázaro llegar a ser verdaderamente misericordiosos, evitando el ser como ricos que se miran solo a sí mismos.

No todo es una carga de negativa.

No se puede servir a dos Señores.

No convertirnos en uno más de aquellos que corren sin rumbo.

No hemos venido al mundo por casualidad: desde toda la eternidad Dios ha pensado en cada uno de nosotros, y en su corazón late un proyecto lleno de amor. Nuestra vida es misión, y en esa misión Dios confía en nosotros como un Padre que pone tesoros en manos de sus hijos.

En la Exaltación de la Santa Cruz el Señor nos enseña cual debe ser nuestra respuesta cuando enctramos la cruz en nuestro camino.

Saber luchar por la verdad es lo que nos hará libres, si dejamos que la falta de diálogo triunfe nos encontraremos con la guerra y la polarización aboluta. Charlie Kirk es un buen ejemplo de esto.