Hoy celebramos la fiesta de la Virgen del Rosario. Y pienso que para un buen hijo de Dios es motivo de alegría, porque todas las fiestas de la Virgen nos deben alegrar.
¿Quién no querría darle lo mejor a su madre, a su mamá en el día de la madre o el día de su cumpleaños? Nos preparamos, hacemos cosas…
Y la Iglesia, que es madre, tiene previstas una serie de fiestas a lo largo del año y de la vida de la Virgen Santísima.
Una de esas es la que celebramos el día de hoy, y es fácil darse cuenta, tiene que ver con el rosario.
BATALLA DE LEPANTO
“En este rato de oración, en estos 10 minutos que estamos hablando Contigo Jesús, esta historia nos puede ayudar”.
Sucedió entre el siglo XV y el siglo XVI. El cristianismo se encontraba en grave peligro porque los musulmanes habían avanzado muchísimo en la conquista del Mediterráneo.
Habían logrado tomar desde Tierra Santa a Constantinopla, Grecia, África del Norte y España, con lo cual, el cristianismo, esa cultura, esas naciones cristianas, Europa cristiana y la Iglesia, se veían amenazadas verdaderamente.
En España empezó poco a poco la reconquista y se logró ganar de nuevo el territorio de la Península Ibérica.
Pero en el siglo XVI, los musulmanes empiezan a avanzar, especialmente los turcos. Avanzan y toman el Mediterráneo. Entonces el Papa ve ésto como grave peligro (realmente es un grave peligro en esos momentos, porque empiezan a entrar a Europa).
Entonces el Papa Pío V convocó y pidió ayuda, pero nadie hacía caso. Hasta que finalmente se armó la Liga de los Estados Pontificios de Venecia, Génova, España, para salir al encuentro de esta amenaza. ¿Y qué hicieron estas personas? Hay que entender un poco la situación histórica de ese momento…
VENCEDORA DE BATALLAS
¿Y qué hicieron además de salir al encuentro y presentar cara en esa batalla? ¡Rezaron! Y rezaron a nuestra Madre Santísima.
El Papa Pío V, que estaba muy lejos -en Roma-, mientras esta batalla se daba en el Golfo de Corinto, seguía rezando.
“Y esto, Señor, es una enseñanza para todos nosotros. Nos separan muchos siglos de esa batalla de Lepanto a partir de la cual se instituye la fiesta del Santo Rosario”.
“Pero tiene todo que ver con nuestra vida. Porque los católicos no estamos solos: te tenemos a Ti Señor. Pero además, por si fuera poco, (porque en verdad Señor te agradecemos que hayas querido quedarte en los sacramentos, específicamente en la Eucaristía), te agradecemos que puedas y que cada día quieras escucharnos en esos ratos de oración”.
Ahora, solo son 10 minutos… pero cada uno que siga haciendo un rato más de oración.
QUE PODAMOS VERTE…
“Que podamos verte cuando estás expuesto en el Santísimo y en la Custodia. Que podamos comerte y podamos alimentarnos, porque nuestra alma tiene hambre de Ti”.
Como decía san Agustín:
“Nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti”
(Confesiones I, 1).
“Pero no solamente esto, porque ya es mucho. Todos esos medios espirituales que Tú has dejado, ¿para qué? ¡Para que seamos santos! Además, nos has dejado a la Virgen Santísima”.
Esta fiesta de la Virgen del Rosario, que en un primer momento el Papa la llamó: La vencedora de batallas, ya luego se cambió por La Virgen del Rosario , nos demuestra cómo los católicos, los hijos de Dios, debemos recurrir a esa Madre, que es la omnipotencia suplicante.
Y JESÚS AL LADO SUYO
Es interesante, porque la omnipotencia, que todo lo puede, y todo lo puede nuestra Madre, porque por una parte te tiene a Ti como Hijo. Y está siempre al lado Tuyo.
Por eso los católicos debemos sentirnos siempre bajo la mirada amorosa de la Virgen Santísima y aprovechar más no solamente esta fiesta, sino de esa gran oración que es el rezo del santísimo rosario.
Dicho sea de paso, hoy en el Instagram de 10min con Jesús, en esa serie de ‘plan de vida’, estamos viendo sobre la ‘Visita al Santísimo’ y la ‘hora de la oración’, y es por la fiesta de hoy, habrá un especial sobre el Santo Rosario.
REZAR PARA GANAR, REZAR SIEMPRE…
“El rezo del rosario es un arma poderosísima, Señor. Y tú lo sabes. Porque, ¿cuántas cosas habremos obtenido de TI gracias al santísimo rosario?” (…)
Son oraciones que encontramos en la Biblia. El santo rosario no es únicamente una especie de repetición de cosas que algunos han inventado, cuando decimos esas diez avemarías de cada misterio que contemplamos.
Estamos rezando con las mismas palabras con las cuales el Ángel saludó a nuestra Madre Santísima:
“Dios te salve, María. Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo”
(Lc 1, 26-36).
Y esas palabras que le dice su prima Isabel:
“Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre”
(Lc 1, 39-45).
Son palabras de la Sagrada Escritura que nosotros podemos utilizar precisamos cada día, y recurrir por supuesto, a su protección, a “Santa María, Madre de Dios”: ese título tan hermoso,
“La Madre de Dios es quien nos permite a nosotros poder recurrir a ella, a Tu madre, Señor, para pedirte algo por el camino breve, diríamos, porque desde luego Tú eres el Dios. Tú eres el que nos da todos esos bienes, todos esos favores. Pero a veces queremos saltarnos un poquito ese camino y pedirle a nuestra madre porque lo necesitamos”.
AYÚDANOS MADRE
“En primer lugar, necesitamos que alejes de nosotros esas tentaciones porque no queremos ofenderte Señor. Que nos ayudes a vivir como hijos Tuyos en ambientes que a veces son difíciles. Ambientes en los cuales encontramos situaciones poco cristianas o con algunas costumbres que no son cristianas y sobre todo que te ofenden”.
A lo mejor muchas personas las cometen, pero eso no significa que esté bien, y nosotros, en el fondo de nuestro corazón lo sabemos. Pero ayúdanos, porque es fácil dejarse llevar y somos pobres criaturas.
Y por eso, estas pobres criaturas recurrimos a esa madre tan buena que es, y le decimos en cada misterio:
«Ave María, Dios te salve María, llena eres de gracia. El Señor está contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, que somos pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte» (…)
(Lc 1, 28).
SIEMPRE DEFENSORES DE NUESTRA FE
Es lo que hizo el Papa Pio V. Es lo que hicieron esos hombres que pelearon por nuestra fe, y nosotros vemos también a esos hombres que pelean su fe.
Cada día veremos una batalla de esas. Que importante es la paz entre los pueblos, y desde luego, que la religión no sea motivo para más guerras, para pelear.
Pero si tenemos que defender nuestra fe, la vamos a defender todos los días, siendo coherentes con nuestra religión, con las enseñanzas de Jesucristo. Porque amamos a Jesucristo, queremos ser enteramente de Jesucristo y para eso tendremos que ser muy marianos.
Por eso, no sé si te pasa lo mismo, pero cuando yo quiero ver una película, en que aparece una iglesia, pues veo si está el Sagrario. Y es lo que nos confirma que es católica, porque está también la Virgen.
No porque digamos que la Virgen es una deidad. No. Sino porque es nuestra Madre y nos sentimos hijos de esa Madre Santísima, la que Tú Jesús, buenamente has querido dejarnos.
MADRE AUXILIO DE LOS CRISTIANOS
Uno de los títulos que le dan, después de que los cristianos vencen a los musulmanes en la batalla de Lepanto, es ‘Madre de los cristianos’. Ese auxilio que nosotros necesitamos. Ella es ayuda y auxilio. Ese ungüento. Esa mirada maternal.
Así que, Madre mía, escucha nuestras oraciones. Queremos rezar bien ese rosario en el que a veces nos podemos distraer. Quiero sacarle más provecho. Vamos a contemplar la vida de Jesucristo a través de tus ojos.