Si entraste a este blog y estás leyendo este post es porque quieres acercarte a Dios. O puede ser que tienes alguna inquietud interior que te dice que te has desviado del camino que lleva al cielo y piensas que 10minconJesús América Latina puede ayudarte a regresar a la senda donde tenemos a Dios como nuestro mejor amigo.
Así que, si estás aquí, has dado un gran paso. Has estado alerta para dejar que Dios llegue a tu vida, atender su llamado y escucharlo. Puede haber sido una volante que te mandaron o una meditación oral o escrita que recibiste en el momento que la necesitabas. O esa persona que pensó en ti, que vio algo que le dijo: él, ella necesita esto o le hará mucho bien recibirlo. Pero si tú no hubieras tenido una llama, aunque leve, ardiendo en tu interior, hoy en día no estuvieras aquí.
Atender el llamado de Dios
Hace unos días estuve en un concierto que se realizó en la parroquia de mi barrio. Se presentaron dos hermanas. Lo impactante es que ambas son ciegas. Las dos escriben y componen sus canciones que siempre son de alabanza a Dios, y se convierten en una forma de hacer oración con la música. Además, hacen los arreglos musicales. Fueron dos horas que se pasaron volando.
Hubo una canción en particular que me gustó mucho. Era sobre el papá de Simón y Andrés, quienes dejaron las redes y atendieron en forma inmediata el llamado de Jesús a seguirlo. La canción detalla los sentimientos que este padre pudo experimentar tras ver a sus dos hijos irse tan felices, siguiendo, en ese momento, a un supuesto Mesías. Tuvo que haber pensado cómo un simple llamado pudo hacer que sus hijos dejaran todo, lo dejaran a él para seguir a Jesús.
En el caso de ese suceso, tanto Simón Pedro como Andrés estuvieron abiertos a escuchar a Jesús. Esto se traduce en que un verdadero encuentro espiritual con nuestro padre requiere de una escucha atenta e interesada. Aunque no vemos a Dios, si estamos alertas, podremos sentirlo en nuestra vida.
Los cinco sentidos alertas
Al ver a estas dos hermanas cantando, pensaba: no hay límites para lo que un ser humano pueda hacer. Dos hermanas ciegas que han logrado algo tan sublime: crear canciones para poder orar mientras cantamos. Son un instrumento de Dios en la tierra para que más personas se acerquen a Él.
¿Qué hubiera pasado si ellas se quedan en una silla el resto de sus vidas, si no se hubieran arriesgado? No las conozco. Lo único que sé de ellas fue lo que dijeron al inicio del concierto. Pero el ver lo que han logrado habla por sí solo. Por supuesto que sus familias deben haber jugado un papel extraordinario, pero el tesón de cada una y su amor por Dios pienso que han sido lo más importante.
Me gustaría saber en qué momento ellas supieron que su camino era cantarle a Dios. En qué instante escucharon lo que Dios quería para ellas. Una de ellas está casada y tiene una hija. El día del concierto tanto la niña como su esposo cantaron alabando a Dios. Fue un momento sublime. Toda la familia alabando a Dios.
Y las más de 500 personas que estuvimos presentes en el concierto vivimos esas dos horas abiertas a escuchar a cada una y hasta cantar con ellas. Con sus interpretaciones nos dieron la dicha de poder orar con su música.
¿Cómo romper con la sordera espiritual?
Ahora bien, todos los que tenemos la dicha de escuchar, pudiéramos llegar a ser sordos. Sordos espiritualmente y no estar abiertos a percibir las señales que Dios nos manda para vivir para Él y por Él.
¿Cómo puede pasar esto? Al no estar abiertos a escuchar el llamado que Dios nos hace de tantas maneras.
La escucha es una dimensión del amor y el amor implica comunicación. Un permanente diálogo amoroso con Dios nos permitirá seguir en la senda que nos llevará al cielo.
La brisa fresca que es Dios
Con certeza te digo que para seguir en esa senda debemos luchar:
* Porque Dios sea la luz que nos guía siempre. Y será así, si estamos abiertos a verlo.
* Porque Dios sea la brisa que nos mantiene frescos. Y será así, si estamos abiertos a sentirlo.
* Porque Dios sea el sonido de los pájaros que nos alegra. Y eso será así, si estamos dispuestos a escucharlo.
¿Cómo lograr un diálogo amoroso con Jesús?
Hay tantas formas como podemos sostener ese diálogo amoroso con Dios, para así lograr mantenernos recorriendo “el caminito muy recto y muy corto” de Santa Teresita del Niño Jesús, para llegar al cielo. Pero tiene que ser un diálogo de escucha atenta por parte nuestra. A veces pareciera que Dios no nos escucha, pero Él está allí para confortarnos siempre como en el pasaje de la Tempestad calmada, del cual escribí un post en el 2021.
Aquí te dejo el link Tempestad Calmada
Veamos algunas herramientas que nos pueden ayudar a lograr un diálogo amoroso con Jesús:
En mi caso he encontrado que hacer la meditación de los 10minconJesus.net al levantarme les da otra dimensión a mis días. Me permite centrarme y tener a Dios como la prioridad en mi vida. La forma como los sacerdotes realizan cada una, permite que uno experimente que está dialogando con Jesús.
La visita al Santísimo al menos una vez a la semana. Es como ir a visitar a tu madre o a tu padre. Seguro se ponen felices cuando llegas y compartes tiempo con ellos. Así mismo Dios quiere que lo vayamos a visitar. Se pone feliz cuando vamos a cada uno de los sagrarios del mundo. Te sugiero, al llegar, hacer un signo de respeto y después arrodillarte o sentarte. La idea es que estés cómodo mientras lo visitas y de esa forma puedes poner todos tus sentidos para aprovechar ese momento. Puedes hacer una oración mental o también llevar tus peticiones escritas. A veces basta con quedarte contemplando al Santísimo y dejar que alumbre tu vida.
Asistir al menos a la misa dominical es fundamental. Es allí donde podemos presenciar el milagro que ocurre en todas las iglesias del mundo: la transformación del pan y el vino, en el cuerpo y la sangre de Jesús. Es el regalo más grande que nos dejó nuestro padre Dios a todos sus hijos: el poder revivir una y otra vez ese momento.
La oración personal. Es algo que empecé a perfeccionar el año pasado. Significa un diálogo personal con Jesús. Tú y Él frente a frente, y nadie más. Sin mentiras. Consiste en abrirte completamente y decirle lo que te preocupa, lo que deseas o simplemente visitarlo. Ideal sería tener en tu casa un lugar asignado para esto, donde haya una imagen o una estampa del Corazón de Jesús. Y si es a una hora específica, mejor.
Incorporando estas sencillas prácticas en tu vida, verás que tu diálogo con Dios será cada vez más fructífero. Sentirás una paz inmensa e inundará tu corazón de amor y felicidad. No importa las situaciones que estés viviendo o que vayan a llegar. Tener a Dios en nuestra vida nos da una alegría infinita.
Se los digo porque lo he vivido y lo sigo viviendo.