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Para Comenzar
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Con la intercesión de la Santísima Virgen María, de su esposo San José y de nuestros ángeles de la Guarda, vamos a meditar en la presencia de Dios lo que pasó en los días anteriores al nacimiento del Niño Jesús. Que el Espíritu Santo nos ilumine y nos fortalezca para que esta novena de Navidad, con su propósito de mejora diario, nos haga parecernos un poco más a la Sagrada Familia.
Dar nuevos frutos
La caravana se prepara para su segundo día de viaje, por la noche se fueron uniendo otros viajeros.
Hay personas de todo tipo, gente piadosa, gentiles, personas amables, groseras, alegres. La Virgen procura sonreír a cada uno de los que se encuentra. José se ofrece a ayudar a quien necesita una mano.
Algunas mujeres al ver su estado intercambian palabras de afecto y de buenos deseos. La amabilidad de María y de José ha ido creando un ambiente de colaboración entre todos que hace el camino más llevadero.
El paisaje ayuda a la contemplación: por el valle del Jordán atraviesan zonas llenas de árboles y, mientras avanzan, las montañas de Samaría van aumentando su tamaño.
María suele recitar algunos salmos, para ella tienen un sentido nuevo, profundo; el Hijo que lleva en sus entrañas les da un sentido nuevo.
Por el camino le vienen a la cabeza las palabras del salmo 96: «Que dancen de gozo los árboles del bosque, delante del Señor que hace su entrada».
Relaciona estas palabras con otras que hay en los salmos: «Montes y colinas cantarán alabanzas en la presencia de Dios, y batirán palmas todos los árboles del bosque, porque viene el Señor, el Soberano, a ejercer su señorío eternamente».
Porqué poner adornos de navidad
Los adornos que ponemos en el tiempo de Navidad no son más que el intento de hacer que esa frase se convierta en una verdad visible: el Señor está presente, por tanto, los árboles deben ir a su encuentro, inclinarse ante él, convertirse en alabanza de su Señor.
Y, fundados en la misma certeza de fe, los adornos navideños hacen que sea verdad las palabras que refieren el canto de los montes y colinas: ese canto que entonan sigue resonando hasta nuestros días, y nos permite presentir algo de la cercanía del Señor.
Además de mostrar la alegría de la naturaleza por la llegada del Creador, esos adornos nos recuerdan la acción de Dios en nuestras vidas.
Nosotros podemos ofrecerle poco, lo ordinario, lo de cada día, nuestras pequeñas luchas: el minuto heroico, una sonrisa, nuestro trabajo, etc…, todo ello son como las ramas de pinabete, las piñas, palitos, hojas y demás objetos que suelen componer los adornos.
Por lo general esos elementos son considerados de poco valor, basura que se acumula en el jardín, pero puestos con gracia, pintados, acompañados de unas esferas de cristal o un listón llenan de alegría la casa.
Reflexión
Del mismo modo que el padre de del hijo pródigo lo viste con una túnica nueva, lo calza con sandalias y le pone el anillo -señal de su filiación-, así Dios nos saca de la basura -nos rescata del pecado- para que nuestra vida, nuestras pequeñas obras, incluso nuestros actos de dolor por no haber cumplido un propósito, y nos llena de sus gracias: nos pone luz, una cinta, una esfera y hace que nuestras vidas brillen, sean motivo de alegría para otros.
Cuando veas esos adornos por tu casa o en la calle recuerda que el Jesús ha nacido para hacer que tu vida tenga muchos frutos y dile al Niño qué quieres que tu vida sea luz, consuelo, ayuda para los demás.
Oración Final
Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Después repiten todos juntos tres veces: Jesús, José y María. Os doy el corazón y el alma mía.
Villancico
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