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Sheila Morataya

Influencer para Cristo. Psicoterapia y coach de fe. www.sheilamorataya.com | www.encuentra.com | www.relevantradioenespanol.com

3 min

“Cuando Dios Se Vale De Una Herida”

Ignacio empezó a ser movido por el Espíritu Santo. Reflexionaba: si estos hombres pudieron hacer todas estas cosas por Cristo, ¿qué pasaría si yo hiciera lo mismo? ¿en quién me convertiría? ¿cómo sería mi vida? 

Puedo imaginarme, a san Ignacio de Loyola postrado en su cama. Una bala de cañón le quiso arrebatar la vida. Dios usó este fatal accidente para que el ambicioso guerrero, desde ese silencio al que se vio obligado a entrar, diera un rumbo diferente a su vida. 

Este hombre cuyo nombre era Iñigo López de Loyola hasta entonces había llevado una vida desordenada. Se había convertido en caballero y tenía la ambición de casarse con una mujer hermosa.  En esta cama Ignacio, estuvo postrado nueve semanas. 

En esos días algo tenía que hacer para que sus horas se hicieran cortas. Por lo que decidió empezar a leer libros de los que se encontraban en esta casa. Entre ellos  “La vida de Cristo”, de Ludolfo de Sajonia, El cartujo, y otro libro llamado “Las flores de los santos”. 

Ignacio al ir leyendo estos libros empezó a notar que en su día se empezaban a dar dos tipos de pensamientos: aquellos que le hacían volar la imaginación hacia una mujer hermosa y el momento en que pudiera utilizar de nuevo sus dotes de guerrero; y otro que le hacía cuestionarse sobre este mundo de virtud, de pureza, de pasión por Cristo.  

Sin que él supiera cómo, Ignacio empezó a ser movido por el Espíritu Santo. Reflexionaba: si estos hombres pudieron hacer todas estas cosas por Cristo, ¿qué pasaría si yo hiciera lo mismo? ¿en quién me convertiría? ¿cómo sería mi vida? 

Virgen de Montserrat

La decisión…

San Ignacio se planteaba preguntas propias en torno al sentido de su vida. Al leer que san Lorenzo fue quemado; san Bartolomé degollado, o santa Catalina pasada por una rueda con navajas…. su interior se conmovía, su humanidad era interpelada… este Jesús, este Cristo es Dios. Y por Él, todas estas personas estuvieron dispuestas a morir, de forma terrible. Pero ninguno de ellos murió triste. Al contrario, eran tremendamente felices y plenos. 

Entonces, como hombre disciplinado que había aprendido a ser como guerrero, se dijo a sí mismo: Si san Francisco lo dejó todo por Él entonces yo también lo haré.

Virgen de Montserrat

Tú también lo puedes hacer…..

Después de esas nueve semanas en las que vivió una experiencia de verdadera conversión de la mente y del corazón, Ignacio partió hacia el Monasterio Benedictino de Montserrat en España. Ahí estuvo tres días escribiendo su vida de pecados. Arrepentido. Movido interiormente. Lloraba y conocía por primera vez el Amor que sólo un Dios como Cristo puede dar. 

Ese amor que cada uno anhela tanto y que no sabe, tal y cómo le sucedió a Él sino hasta encontrarlo. Ignacio se confiesa. Se dirige hacia Nuestra Señora, la Virgen Negra de Montserrat y ahí a sus pies deja su espada. 

Comienza así la búsqueda del hombre, de la vocación, del alma de un hijo de Dios.  Esta búsqueda que tenemos todos en algún momento de nuestra vida. 

Una búsqueda que solo termina cuando encontramos la vocación para la que estamos hechos: Dios me ha creado para su Gloria.  Ignacio lo supo. Yo ahora lo sé. Tú quizá ya lo sepas o te encuentres en esa búsqueda. También puedes hacerlo. 

Virgen de Montserrat

Ver todas las cosas nuevas en Cristo….

Se celebran a partir del 20 de mayo de este año, los quinientos años de la conversión de este hombre.  Dios lo escogió para dar uno de los regalos más valiosos a las almas dentro de la Iglesia: los ejercicios espirituales ignacianos

Reflexiono ahora, en cómo Dios actúa en la vida de cada persona. En el caso de Iñigo, se valió de esa herida mortal para atraerlo hacia Él y usarlo en el mundo. 

Es este el propósito del alma: comprender que soy de Dios y por lo mismo, rendirme, caerme de rodillas, adorarle y pronunciar las maravillosas palabras de este santo: Toma, Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer. Tú me lo diste, a Ti, Señor, lo retorno. Todo es Tuyo: dispón de ello según Tu Voluntad. Dame Tu Amor y Gracia, que éstas me bastan”. Amén.

¡Que Nuestra Señora Bendita de Montserrat ilumine a cada uno!


Escrito por

Sheila Morataya

Influencer para Cristo. Psicoterapia y coach de fe. www.sheilamorataya.com | www.encuentra.com | www.relevantradioenespanol.com

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COMENTARIOS

  1. Marbel Díaz Lemus dice:

    Son escritos desde la fe, desde testimonio de vidas de personas reales que dejaron TODO POR AMOR A JESÚS. Se siente bonito leer como todos podemos aspirar a la Santidad desde donde estamos y cómo nos encontramos ahora. Leer el artículo me hizo sentir un paso cerca del cielo y me gusta como nos hacen conocer mejor a nuestros Santos, para seguir su ejemplo.

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