Debo admitir que la primera vez que vi este vídeo me sentí perplejo, con una cierta nostalgia de algo cristiano que no aparece. Pero después de pensarlo, creo que es el ejemplo ideal para explicar cómo debemos recibir las Navidades: ¡Si no te haces como niño todo queda tan banal!. Para que Cristo nazca en nuestros corazones es importante recuperar esa sencillez y humildad propia de los niños, no querer aparentar, ser lo que somos, sabernos queridos.
Es importante esforzarse por ser buenos, faltaría más pero más importante es esforzarnos por ser sencillos.
En vísperas de la fiesta de la Inmaculada Concepción te invito a penar un poco sobre la necesidad de ser como niños…
¡Feliz preparación para la Navidad!
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