Y bueno, mucho más allá de los asuntos geopolíticos y los intereses de líderes políticos, ¿Qué he hecho yo por ellos?
El mensaje del Papa
Y entonces, revisando las redes sociales, encontré el mensaje del Papa Francisco a todos los creyentes y hasta a los no creyentes. El Papa nos invita este Miércoles de Ceniza a hacer nuestro ayuno y oración por la paz.
Entonces, sí que hay cosas que puedo hacer, que podemos hacer… Orar, y orar mucho, muchísimo por cada ucraniano. Por los niños que veo en la televisión, por las familias que se separan, por quienes no pueden salir y están atrapados en una zona de guerra… y sí, hasta por los rusos, hasta por Putin.
Ya sé lo que piensan… ¿por qué por Putin? Y bueno, porque Jesús nos dijo que vale más querer a nuestros enemigos que a nuestros amigos, y es verdad, es mucho más fácil amar a quien se deja querer que a quien no… y no me refutarán muchos que Putín, por el momento no se deja querer mucho…
Un esfuercito
La semana pasada mi familia perdió a un ser querido, Eduardo era un hombre lleno de alegría y generosidad, que dejó sonrisas y risas por donde iba. Y yo pienso, que cuando muera, me encantaría que me recuerden así, sonreída… pero deben saber, que no soy particularmente sonreída ni me río todo el tiempo.
Entonces, además de la oración por nuestros hermanos ucranianos, por nuestros hermanos los rusos, los invito a que hagamos un esfuerzo más. Hagamos algo que nos cueste, durante toda la Cuaresma, para que Dios vea en nosotros el esfuerzo por la paz que no encuentra en el Este de Europa, y que nuestro sacrificio ayude para convertir los corazones de quienes hacen guerra en este mundo.
En mi caso, voy a tratar de sonreír más. Recordando a ese ser alegre que se nos fue, voy a tratar de emanar alegría,y así la gente se alegrará conmigo. Voy a intentar hacerlo… Y este esfuercito mío (durante toda la Cuaresma), y el suyo, nos llevará a la paz, ya verán.
El horror de la guerra
Todos sabemos que la guerra es el peor conflicto que tiene la humanidad, hay mucha pérdida de vida, de recursos, de tiempo… muchos de ustedes habrán visto cómo está Kiev. Seguro vieron cómo civiles, como tú y yo, toman armas para pelear y defender a su familia, a su casa, a su patria.
Con esa misma convicción debemos orar. Porque como lo dijo Jesús: “pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá” (Mateo 7:7).
Debemos estar siempre seguros de que Dios nos oye cuando oramos, cuando hablamos con Él desde nuestras almas. Nuestra lucha es diaria, es espiritual, y debemos hacerlo sabiendo que se nos dará aquello que pedimos con fe.
Iglesias abiertas
El Arzobispo de Kiev ha ordenado a todos los templos cristianos de Ucrania que se mantengan abiertos durante el conflicto. Es decir, que nadie sufrirá no poder acudir a una iglesia, y que los ciudadanos podrán refugiarse en ellas cuando no tengan a dónde ir.
Oremos entonces por todos los sacerdotes que estarán en peligro, cumpliendo la orden del arzobispo con obediencia y haciendo de pastores en medio de la guerra.
El amor verdadero
Y es que el amor verdadero, aquel que sentimos por nuestro prójimo, es el que se expresa cuando oramos. Nadie más que Dios lo conoce, nuestros hermanos ucranianos nunca sabrán que hemos rezado por ellos, para que tengan paz, y es por eso que la oración es amor de verdad, porque nunca espera nada a cambio.
Pidámosle a la Virgen, en la advocación de Nuestra Señora de Zarvaniza ,que bendiga al pueblo ucraniano, a los soldados de ambas partes, y que guíe al mundo a la paz.
Un pedido especial
Y bueno, Dios es Dios de paz, de amor. Y Jesús es la cara de la misericordia de nuestro Padre… es Él quien nos enseñó a ser misericordiosos con los demás.
Por esto, les pido que esta semana dediquemos un misterio del Rosario por la paz en Ucrania y en el mundo.
Oración por la paz
Oh Dios bondadoso, tu hijo Jesús vino a este mundo para hacer tu voluntad y para dejarnos su paz.
Por la intercesión de nuestra Bendita Madre María, Reina de la Paz, concédenos sabiduría y humildad a fin de dar a conocer esa paz en el mundo.
Inspira nuestros pensamientos, palabras y acciones para ser testigos de Tu presencia en nuestros corazones.
Que el Espíritu Santo nos colme con todas sus gracias y bendiciones, de modo que podamos seguir en el camino que conduce a lograr la paz para toda la humanidad.
Amén.
Oración tomada de la UMOFC
