DEJAR QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ

¿QUIÉNES LO IMPIDEN?

“En aquel tiempo le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y rezara por ellos. Pero los discípulos les regañaban, Jesús dijo: Dejen, no impidan que los niños se acerquen a mí, de los que son como ellos es el Reino de los cielos. Les impuso las manos y se marchó de allí”

(Mt 19, 13-15).

Es el Evangelio del sábado 19 del tiempo ordinario.

“Tú nos pides Señor que no impidamos a los niños que se acerquen a Ti ¿Y es que alguien en su sano juicio puede impedir que un niño se acerque a Ti? Al contrario, todos deberíamos querer que todos los niños se acerquen a Ti. Que todos los niños te conozcan y te quieran.

Si Tú eres el mejor amigo de todos. Tú eres el que nos da la paz y la alegría. Contigo encontramos la libertad y el camino para llegar al cielo. Quisiéramos que todos los niños lleguen al cielo. Si Tú nos dices que no impidamos a los niños que se acerquen a Ti es porque efectivamente no son pocos los que impiden que los niños se acerquen a ti”.

A nosotros nos da mucha pena cuando vemos malos ejemplos, gente que pone trabas, gente que no te quiere, gente que está fuera del camino y no les gusta que otros estén en tu camino. En el mundo hay muchos lugares donde hay mucha gente que aparta a los demás de Dios y cometen pecados que claman al cielo con el pecado del aborto, por ejemplo.

ACERCAR A MUCHOS

Lugares donde se impide defender la vida e incluso ponen multas a los que rezan contra el aborto, es una barbaridad ¿Cuántos que van contra la vida impiden que los niños se acerquen a Ti? Recemos por esas criaturas abortadas para que el Señor las tenga cerca y recemos también por los abortistas para que se conviertan y se den cuenta que el aborto es un crimen abominable.

“Señor, te pido para que yo pueda acercar muchas almas a ti. Te pido para que yo pueda meter a muchos en el cielo. Te pido para que yo pueda ayudar a muchos niños y jóvenes en su formación, que lo necesitan tanto tanto; quizás en esta época más que en otras épocas hace falta mucha formación porque hay mucha deformación. Te pido para que los papás cumplan con su misión en la casa y eduquen a sus hijos con la verdad en un ambiente sano, limpio.

Donde se producen esas conversaciones tan bonitas del papá con el hijo en el momento oportuno para hablar de la vida, para hablar del futuro de los chicos. Por las conversaciones de la mamá con la hija también en los mismos temas. Que los chicos se encuentren en su casa ese ambiente de paz y al mismo tiempo de educación. Allí es donde aprenden las mejores cosas”.

Aprenden también, ahora en esta época, el manejo de los sistemas electrónicos de todo lo que entra en la casa. Porque en la casa entra la televisión, la computadora, el teléfono y a través de esos sistemas pueden entrar cosas que malogran la educación de los hijos y muchas veces, cuando no hay una buena formación, se producen conflictos porque se meten por ahí se cuelan por allí y en la casa es donde los chicos aprenden de los papás cómo manejar esos sistemas; que son buenísimos si se manejan bien, si se manejan virtuosamente.

RECONSTRUIR LA FAMILIA

El chico aprende también en el colegio y los papás se preocupan de que el colegio ayude a la formación de los hijos con buenos profesores, que sean amigos de los chicos y que también les indiquen el camino correcto, el camino de la verdad. Cuántos profesores acercan a los chicos a Dios. Nosotros tenemos que agradecer, yo particularmente tengo que agradecer haber tenido muy buenos profesores que me han ayudado acercándome a Jesús. acercándome a Dios.

“Señor te pido para que nadie abuse de los niños. Claman al cielo los pecados de pedofilia, de pornografía infantil, es una pena. Convertir  a los niños y jóvenes en objeto de placer o de la oportunidad de un negocio y un negocio sucio además. Y con qué facilidad se puede corromper a un niño, a un adolescente que están empezando la vida, son inocentes, no tienen experiencia, no saben cómo defenderse».

Cuánto daño se hace, cuánto daño se ha hecho a mucha gente joven que están pagando incluso las consecuencias de no haber recibido una formación o de haber sido abusados por estas personas o maltratados quizás en esos años jóvenes y les ha quedado esa herida en la vida.

“Señor, te pido que nos ayudes a reconstruir la familia, ahora que está atacada. Al diablo no le gusta que la familia funcione. Te pido para que los niños tengan un hogar con papá y mamá, esos espacios sanos donde aprenden y donde juegan, donde son libres sin engreimiento, sin un amor posesivo de apegos que no es nada bueno“.

UN  AMBIENTE FELIZ

Un ambiente de amor, de comprensión, de cariño, de educación. Da gusto ver una casa donde funciona la familia, donde hay lo que se dice ambiente y uno se encuentra feliz en ese ambiente. Donde se llevan bien, donde pueden haber conflictos pero se arreglan porque se sabe perdonar y hay una comprensión cada día más grande.

Donde se ayudan desinteresadamente unos a otros y donde se sienten orgullosos de su familia. Quien ha tenido una familia así, tenemos que dar gracias a Dios. Los que hemos podido tener una familia que nos ha ayudado tanto toda la vida queda este agradecimiento y este es sano orgullo, decir: – tenía una familia buena, una familia gracias a Dios, mis padres que me han educado y me han señalado el camino correcto y han sido ejemplo para mi vida.

Es lo que más se admira en el mundo entero, en todas las épocas, lo que más se admira es una familia que ha ayudado, que es el ambiente ideal para estar en la sociedad.

EL EJEMPLO ARRASTRA

La iglesia doméstica como se dice también. Donde los padres se preocupan de que los hijos se acerquen a Dios. Primero con el bautismo, después la primera comunión, la primera confesión, con la ayuda del colegio para que realmente se produzca el encuentro con Jesús.

Quién no recuerda su primera comunión. Esas personas que nos hablaban de Jesús con tanto cariño, que nos hablaban y nos hacían rezar. No  nos hacían rezar obligándonos, sino nos enseñaban que ahí estaba Dios y que nosotros podíamos contarle nuestras cosas. Eso es dejar que los niños se acerquen a Dios.

Con el amor limpio que hay en el corazón, se transmite el amor. Las personas que se acercan, se acercan por el ejemplo.

El Señor nos pide en este Evangelio de hoy, ser como los niños, en la sencillez e inocencia para entrar en el Reino de los cielos.

Llevemos a los niños a Dios para que ellos nos lleven a Dios. Y pidámosle a nuestra Madre la Virgen. Siempre a Jesús se va y se vuelve por María. Ella nunca nos falla y nos ayudará, si se lo pedimos, para estar siempre con Jesús.

Muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, le decimos a nuestra Madre la Virgen. Ella, que es nuestra Madre, estará feliz cuando nos vea a nosotros cerca de Jesús. Y cuando ve que crecemos en el amor a Dios y llevamos a mucha gente, con el ejemplo, por el camino correcto.