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HACIA JESÚS, SIEMPRE CON EL PAPA

Árbol que da vida
MAESTRO DE VIDA INTERIOR

Santa Teresa decía que miráramos a San José, que le pidiéramos ayuda a San José porque es maestro de vida interior de amor a Dios. Lo que el Señor quiere para nosotros, porque nos quiere mucho, y nosotros también lo queremos porque nos damos cuenta de que de eso tiene sed el corazón. 

Lo que queremos es amar a Dios con todo el corazón, con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra alma, con toda nuestra vida, con cada minuto, con cada actividad de nuestra vida. 

Para tener esa vida interior, ese amor grande a Dios y luego también a los demás.  Para tener ese amor grande, si queremos un maestro, si queremos a alguien que nos ayude, que nos anime, que nos estimule a más. Si queremos un maestro decía Santa Teresa, San José. 

Por eso empezamos también ahora rezando, dirigiéndonos al Señor con esas palabras de Santo Tomás: “Señor mío y Dios mío etcétera…”  Pero luego también le pedimos a la Virgen que nos acompañe en esta oración a San José, a nuestro Ángel de la guarda. 

19 DE MARZO, SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ

El 19 de marzo vamos a celebrar la solemnidad de San José. Pero hoy día, además de ser el segundo domingo de Cuaresma, es el séptimo de esos 7 domingos de San José previos a la gran fiesta de San José. Hoy día también es un día muy bueno para pedirle a San José: “San José, enséñame a rezar, ayúdame a rezar”.  

Y seguramente San José le tiene un cariño especial al Papa Francisco. Tenemos en mente hace muy poquito, muy poquito, ese “Año de San José” que tuvimos gracias al Papa Francisco o también como el Papa incorporó una mención, un acudir a San José en cada Santa Misa. 

Expresamente en la Plegaria Eucarística de cada misa, acudimos a San José. Por eso seguramente hoy que es este domingo de San José, en que también es aniversario de cuando el Papa Francisco fue elegido, podemos rezar especialmente por él, sabiendo que tenemos también la intercesión, el cariño especial de San José.

PEDIMOS ESPECIALMENTE POR EL PAPA

Ahora mismo, tú y yo, podemos rezar por el Papa, mucho. Podemos encomendarle a San José: “San José, (díselo tú también por dentro)  ayuda al Papa. San José, ilumina, fortalece, dale muy buen humor, mucha alegría, más buen humor, más alegría, que ya tiene el Papa, más santidad. San José, te pedimos por el Papa. 

Me impresionó, hace ya 5 años, ha transcurrido el tiempo, cuando recién fue elegido el actual Prelado del Opus Dei, el Padre le llamamos en la Obra. Al poquito tiempo, el Padre escribió una carta comentando algunas cosas, contando algunas cosas y también participandonos ideas que tenía en el corazón, en la cabeza, para adelante. 

Y en una carta del 14 de febrero del año 2017,  muy poquito después de ser elegido prelado, el Padre decía lo siguiente: “El Papa es para la Iglesia Pedro que anuncia a Cristo al mundo, proclamando la alegría del Evangelio.

(Y seguía diciendo don Fernando Ocáriz) El Congreso General ha querido reafirmar en primer lugar, nuestra unión filial al Romano Pontífice y ha hecho suya una vez más la oración que nos enseñó San Josemaría: ¡Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam!”.

¡Ay, qué bonita esa oración!

TODOS CON PEDRO A JESÚS POR MARÍA

Una oración que decía San Josemaría en latín: Omnes cum Petro: todos con Pedro. Tenemos que ir con Pedro.

«Todos con Pedro a Jesús por María»

Qué oración más densa, más bonita, al mismo tiempo que muy sencilla. 

Hoy día puede ser una oración que también, tú y yo, hagamos ahora mismo rezando, pero también durante el día:

“Todos con Pedro a Jesús por María, con el Papa Francisco. Ahora que es el sucesor de Pedro. Gracias Señor por el Papa. 

Perdón Señor por las veces en que no he estado tan en sintonía con él; no porque le lleve la contra pero porque me falta sintonía fina, presteza, docilidad, cariño, adelantarme. Perdón Señor.

Y Ayúdame. Ayúdame a quererlo más. A estar más en sintonía con él. A rezar más por él. Te acuerdas también como va esa oración tan sencilla, de un esquema tan simple: Gracias, perdón,  ayúdame más.

GRACIAS, PERDÓN, AYÚDAME MÁS

Señor, hoy día aplicado al Papa Francisco, al sucesor de Pedro: 

Gracias por el Papa, gracias por el cariño al papá que has puesto en mi corazón, gracias porque sé que el Papa, sea quien sea el sucesor de Pedro, y por él nos vienen tus gracias, Señor. (Evidentemente nos vienen en los sacramentos, a través de las manos de la Santísima Virgen, pero a través del Papa sí que nos vienen luces de Dios). 

Tú, Señor, tu Iglesia, la gobiernas contando con el Papa. Gracias, Señor, por esta fe.

Perdóname por mis faltas de fe, por mi falta de sintonía. 

Y ayúdame, ayúdame más…”.  Es bueno rezar así.

Hoy, seguramente en la Santa Misa, el sacerdote en la homilía se va a referir a las 3 lecturas; a la primera lectura, al salmo, a la segunda lectura y al Evangelio. Como el Evangelio está centrado en la Transfiguración del Señor, seguramente también lo conectará con la luz que viene de Dios, que está presente en las lecturas. 

LA LUZ DE DIOS

La luz que viene de Dios, el designio Salvador de Dios para su pueblo de Israel. En el Antiguo Testamento, el sacerdote en la homilía, en la prédica de este domingo, se irá por ahí. Pero esto no es una prédica, estos 10 minutos con Jesús son un ratito de oración.

Claro que habla un sacerdote, que escucha mucha gente. Pero no es solo hablar y no solo escuchar, sino todos rezando, levantando el corazón a Dios. Y por eso nos puede servir, especialmente lo que le decimos hoy al Señor en el Salmo, lo que confesamos de Dios más bien en el Salmo, lo que rezamos: 

“El señor es mi luz y mi salvación”

Sal 26. 

“Señor,  Tú, contando con el Papa, contando con la Iglesia, Señor, eres Tú mi luz, mi salvación. Mi salvación, también mi salud, la fuerza del alma. El Señor es luz, el Señor es nuestra fuerza. Y Tú, Señor, cuentas con tu Iglesia. Cuentas con las palabras, con la presencia cariñosa del Papa, para darme luz, claridad, seguridad en mi camino, para darme fuerza para caminarlo”. 

“El Señor es mi luz y mi salvación” qué bonita oración del salmo de hoy. 

ORACIONES POR LA IGLESIA Y POR EL PAPA

Y quería aprovechar una entrevista que le hicieron al Prelado Opus Dei en 2017 en torno a esa carta que escribió. Le pregunta lo siguiente: 

“Desde su elección ha pedido, con frecuencia, oraciones por la Iglesia y por el Papa. Y le dice al periodista: ¿Cómo fomentar esa unidad con el Santo Padre en la vida de las personas corrientes?

Y respondía el Prelado: Ojalá, en la vida de un católico no falte cada día, un pequeño gesto por el Santo Padre que lleva mucho peso encima. Recitar una oración sencilla, realizar un pequeño sacrificio, etcétera. No se trata de buscar cosas difíciles, sino algo concreto, diario. 

A los padres y madres de familia les animó también a que inviten a sus hijos, desde pequeños, a rezar una breve oración por el Papa”. 

Aquí hay una manera super concreta, muy al alcance de nuestra mano de rezar, de ofrecer algún pequeño sacrificio, de invitar a otras personas. Los papás, las mamás en su familia, a los que tienen alrededor, entre tantas cosas que les transmiten, también transmitirles esto, el cariño al Papa. 

Qué maneras más concretas, más cercanas tenemos hoy, este domingo de San José, este domingo de Cuaresma, este aniversario de la elección del Papa Francisco para estar, para darle esta alegría al Señor, para estar muy pegados a Él a través del sucesor de Pedro. 

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