CRISTO REY DEL UNIVERSO
Hoy celebramos la última Solemnidad del Señor durante el tiempo ordinario, hoy es el último domingo del tiempo ordinario y se celebra la Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.
Hay que decirlo completo, no se puede decir solamente “Cristo Rey”, sino Cristo Rey del Universo; porque se puede ser rey de un pueblo, de una ciudad y un país, pero Jesucristo es el Rey del Universo.
Y la palabra “universo” en italiano tiene su magia, porque verso se traduce: ir hacia, junto a, al lado de, entonces la palabra “universo” se traduce: todos a uno, todos verso di uno, todos hacia el único; Jesucristo es el Rey y todas las cosas se orientan a Él, se dirigen a Él.
Jesús Tú eres el Rey del Universo
Tú eres el centro del mundo y ¿Dónde está el Rey? ¿Dónde está su reina?.
El Evangelio debe escoger una escena donde se muestre la realeza de este Rey; San Lucas escoge la escena de la agonía de Jesús en la Cruz, en medio de las burlas, en medio de una escena tremendamente irónica, con la inscripción que lo declara con publicidad de ironía que es el Rey de los judíos: “INRI” Iesus Narazarenus Rex ludaeorvm
Y ahí está el Mesías de Dios, el elegido, el Rey que se muestra sin poder y sin Gloria, está en la cruz, donde pareces Jesús realmente más un vencido que un vencedor.
En el oratorio de la casa donde vivo, el frente del altar está adornado con un relieve que tiene ocho ángeles que sostienen los elementos de la pasión con reverencia sostienen: la corona de espinas, los lienzos, los clavos, la esponja con el vinagre, la escalera con la que descuelgan a Jesús, por ahí en una esquinita hasta el gallo, el letrero de INRI, yo veía Señor ese relieve preparando esta meditación y te preguntaba:¿Dónde está tu Reino? ¿Estos son los elementos de tu realeza?
Pero Señor, nosotros creemos que Tú eres el rey y que has vencido desde tu trono bendito, que es la Santa Cruz.
RELATOS A LA SOMBRA DE LA CRUZ
Te voy a leer un relato muy breve que aparece en un librito que se llama “Relatos a la sombra de la Cruz” de don Enrique Monasterio, el relato se titula: “Misión cumplida”
“Desde hace más de 15 años sirvo al César con las armas y muy pronto me llegará la hora del retiro, he combatido cientos de batallas en la Galia, en África, en las tierras frías del norte y en oriente, mi cuerpo está lleno de cicatrices y sé que ya no tengo el vigor, ni el coraje de mi juventud.
Gritos de angustia y soledad
Durante este tiempo he oído gritar en todas las lenguas y todos los acentos gritos de horror y de muerte, gritos de angustia y soledad, gritos de súplica, de rabia, de odio, también gritos de triunfo, yo mismo he alzado la voz muchas veces con orgullo al terminar una campaña, consummatum est, misión cumplida.
Esta tarde he vuelto a oír ese grito en labios del Nazareno, estaba a punto de morir, derrotado en su Cruz, solo y abandonado por todos, no entiendo cómo ha podido salir una voz tan poderosa y profunda de un pecho consumido y sin aliento.
Los soldados de la guardia nos hemos puesto en pie, no necesitábamos conocer la lengua de los judíos para entender el sentido de aquel grito, no era el gemido de un agonizante ni el lamento de un reo, era el rugido del león que ha capturado su presa, el del luchador que ha derribado a su enemigo después de una dura pelea, entre un millar de voces, sé distinguir con toda nitidez el grito jubiloso de la victoria”.
EL TRIUNFO ES EL AMOR DE DIOS
Jesús creemos que has vencido, pero ¿Cuál es realmente Señor tu triunfo?
Dice el papa Francisco en la homilía de la fiesta de Cristo Rey del Universo, en el año 2016:
“La grandeza de su Reino no es el poder según el mundo, sino el amor de Dios, un amor capaz de alcanzar y restaurar todas las cosas, por este amor Cristo se abajo hasta nosotros, vivió nuestra miseria humana, probó nuestra condición más ínfima, la injusticia, la traición, el abandono, experimentó la muerte, el sepulcro, los infiernos”.
Señor, la grandeza de tu Reino es el amor y por eso en este mundo lo que debe reinar realmente es el amor, la verdad, la justicia, la alegría, la paz.
El otro día una persona preocupada me decía: “Padre, ¿Qué será de nosotros los católicos en unos años? ¿Nos perseguirán? ¿Seremos una minoría? ¿Todo el mundo nos cuestionará?,
La injusticia del Aborto
Mire Padre un asunto muy concreto por ejemplo, hay muchas culturas y muchas religiones que no están de acuerdo con el aborto, pero solamente a los católicos es a los que nos caen encima, bueno y decía más cosas, estaba un poquito desesperanzado, la verdad.
Espere un momentico, tranquilo, es verdad en este mundo el Reino de Dios parece también estar oculto, Señor como cuando hace 2023 años te veíamos en la Cruz, INRI.
¿Dónde está Tu Reino? pero Tú has venido a este mundo para ser testigo de la verdad, por eso se entiende así la feroz batalla diabólica con la que se pretende imponer el relativismo en todos los ambientes, en todas las conciencias.
Pero sabemos que siempre vencerá el amor, la verdad, la caridad, la Paz y nosotros los cristianos los católicos tenemos que ser testigos de eso, en cualquier circunstancia en las que en la que nos encontremos.
TRES PELIGROS ANTE LA REALEZA DE CRISTO
Mira sé que queda muy poquito tiempo, pero hay tres peligros al ponernos delante de la Realeza de Cristo; -el primer peligro es: abandonar a Jesús y dejarlo solo en su trono y salir corriendo, como tristemente hicieron los apóstoles,-el segundo peligro es: avergonzarnos, verte Jesús como un fracasado, -pero hay un peligro que es muchísimo peor: que es esperar que ese Rey que está ahí colgado, atado al madero se manifieste como yo quiero, un reinado a mi medida.
Y eso es lo que esperan de ti Jesús, incluso hasta el último minuto, hasta la última palabra, hasta tu último aliento, los personajes que están ahí alrededor de la de la Cruz; los magistrados, los fariseos, los jefes religiosos te hacían muecas y te decían:
“A otros ha salvado, que se salve a sí mismo si es el Mesías de Dios, el elegido”
(Lc 23,35)
ellos hasta el último instante de Tu vida Señor están esperando en un sistema religioso, que te muestres como el Salvador, pero a su medida.
“Los soldados se burlaban de Él también, se acercaban y le ofrecían vinagre diciendo: si eres tú el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo y salvarnos a nosotros”
(Lc 23, 36)
le dice el ladrón malo: “si tú eres verdaderamente un rey..” ellos están esperando un sistema político, que vele por el control, por la situación diplomática, que controle todo y ante esto Jesús calla, no responde, ¿Que Mesías eres tú Jesús? un Mesías que se deja matar, que se calla.
Menos mal está el buen ladrón. Dice Evangelio:
“el otro ladrón, el bueno respondiéndole, increpándole le decía: ¿Ni siquiera temes tú a Dios? estando en la misma condena, nosotros en verdad lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio éste no ha hecho nada malo, nosotros por algo estamos aquí, pero Jesús no ha hecho nada y decía: Jesús acuérdate de mí cuando llegues a Tu Reino».
(Lc 23, 40)
ACUÉRDATE DE MÍ
Jesús ayúdame a entender cómo es Tu Reino, sé que esta no es la última palabra, sé que después de la muerte vendrá otra realidad, otro reino y por eso el buen ladrón espera y cree en el futuro:
“Acuérdate de mí”
(Lc 23,42)
lo que el buen ladrón está pidiendo Jesús es un espacio en su memoria, acuérdate, quiere una relación, pide un pedazo de su corazón y Jesús le dijo:
“En verdad te digo hoy estarás conmigo en el paraíso”
(Lc 23,43)
“Conmigo” ese es el paraíso, la relación con Jesús, en Tu corazón, en Tu memoria Señor, por eso el buen ladrón toca la relación, entra en comunión con Jesús.
La Cruz
Eso sí, en medio del dolor y del sufrimiento. La Cruz junto a Jesús se convierte en el instrumento para ir al paraíso, pero si estamos con Jesús, si entramos en relación con Él, si no está Jesús la Cruz, el dolor, el sufrimiento, la soledad será un infierno.
Señor, Tú no viniste para dominar todo, para controlar todo, para solucionar todos los problemas, para controlar la situación, así se gobierna este mundo sí, pero Jesús no es un Mesías que quita la cruz, ¿Cómo soluciona los problemas? ¿Cuántas personas en medio del dolor hemos visto que están en el paraíso? si están en el paraíso, las vemos tranquilas, serenas, con fe, esperando en Dios;
“Acuérdate de mí cuando estés en tu Reino”,
(Lc 23, 42)
ese es el reinado de Jesús, en el corazón de quien quiera entrar en relación con Él, está esperando eso, hasta el último instante y los que están ahí no se dan cuenta.
“Si eres Tú el Rey, si eres Tú el Mesías….”
En cambio, ¡Qué oportuno Señor! decirte:
Acuérdate de mí cuando estés en tu Reino, la respuesta de Jesús: hoy estarás conmigo en el paraíso.
Para nosotros hay otro hoy, el hoy del Rey, y al final también el Señor también nos das una Reina, pero tenemos que terminar ¡Gracias Señor!