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LA ORACIÓN, UN CAMINO DE SANTIDAD

Ignacio, la oracion, un camino de santidad

¿Santo sin oración?… -No creo en esa santidad. Este es el punto número 107 de Camino, un librito escrito por san Josemaría, el fundador del Opus Dei.

¿Santo sin oración?… -No creo en esa santidad.

Y hoy celebramos en la Iglesia, la Solemnidad de Todos los Santos, y queremos Jesús, hablar contigo de esos dos temas: oración y santidad; santidad y oración.

TERCER ANIVERSARIO

Celebramos también, lógicamente, “evidentemente”, una celebración de menor calibre, ¡pero con mucha alegría! Un nuevo aniversario en 10minconjesus América Latina.
Hace 3 años iniciamos con estos ratos de oración, de diálogo con Jesús, “contigo Señor, cada día”. Todo para tu honor y para tu gloria. Es una oportunidad también, para darle gracias a Dios, ¿Por qué? Por todo. Por la tecnología, por los sacerdotes que cada día hacen su oración en voz alta, por los administradores de los grupos.
Yo le doy muchas gracias a Dios por esos administradores que madrugan un montón, por las personas que transcriben cada día las meditaciones, en fin, por todas las personas que están un poquito detrás del telón, que trabajan también Señor, para tu honor y para tu gloria.

UNA ANÉCDOTA

Bueno, pero metámonos en caminos de oración. “Jesús, escuché una anécdota que me dejó ¡de una pieza!
En Shanghái, un sacerdote habló en una charla sobre la oración. Y al final se le acerco una chica joven para pedirle un favor, para decirle algo:

“Mire, como usted sabe hablar con Dios, yo necesito que usted le transmita a Él algunas cosas que yo necesito darle a conocer a Dios. Pero, como usted sabe hablar con Él, pues yo necesito que me haga el favor”.

¡Ay Jesús, podemos hablar con Vos, podemos hablar con Vos! Y esto nos ayuda a llegar al Cielo. Yo me imagino a esta pobrecita, que seguramente en este momento, había oído a hablar de oración por primera vez en su vida.

LA ORACIÓN, UN CAMINO DE SANTIDAD

La oración nos ayuda a llegar al Cielo. Quiero que este sea el tema de este rato de oración, hoy en la Solemnidad de Todos los Santos: La oración como camino de santidad.
Ahora, en este momento, todos los santos contemplan a Dios cara a cara, y se quedan extasiados. Y más hoy en su fiesta.
Mira, esto lo leí en: “La fuerza del silencio”, un libro del Cardenal Sarah, (que, si no te lo has leído, pues lo comentas en tu próxima confesión… No, mentira, mentira, jajaja. No te tienes que confesar de nada de esto)
Pero, si te lo puedes leer… es que «no tiene desperdicio», es un libro fenomenal, fantástico. Para aquel que quiera aprender a hacer oración, se lo recomiendo: “La fuerza del silencio”, dice el Cardenal Sarah:

«En el Cielo estaremos con Jesús, totalmente poseídos por Dios y bajo la influencia del Espíritu Santo. El hombre ya no será capaz de pronunciar una sola palabra. Ni siquiera la oración será posible: se convertirá en contemplación, en mirada de amor y adoración. El Espíritu Santo abrasará las almas que marchen al Cielo: estarán plenamente entregadas al Espíritu.”
La fuerza del silencio. Cardenal Robert Sarah.

QUIERO HACER ORACIÓN

“Pues ahora que puedo, por estar aún en este mundo, quiero Señor hacer oración, quiero hablar con Vos”.
Me imagino que en el Cielo también se podrá hablar con Dios, pero es bonito entender que, en el Cielo, la oración será contemplar a nuestro Señor, mirarlo, y ¡quedarnos de una pieza, extasiados!
“Señor, y quiero pensar que la oración en este mundo, es un anticipo del Cielo. También un camino para mantener en esta vida la lucha por la santidad. Un anticipo del Cielo”. Es un camino para mantener en este mundo la lucha por la santidad. Y lo importante es permanecer en el camino, y a esto me ayuda la oración.
La oración es un medio para permanecer en el camino. Me ayuda a pensar en esta vida como una gran excursión, aquí estamos de paso, y estamos en una excursión; “la excursión de la vida” … O una ascensión a un monte, desde donde se podrá contemplar todo el camino que hemos recorrido.
Y para transitar este camino, ayuda pensar y también contemplar la meta a dónde quiero llegar, a donde voy a llegar. ¡Ayuda mucho mirar la meta! Y para ello necesito la esperanza.

LLEGAR A LA META

Esperamos que nos encontraremos al final del camino contigo Jesús, cara a cara, como te están contemplando en este momento los santos.
Y también esperamos que nos ayudarás y que nos ayudas, a conseguir llegar a la meta. Por eso son dos motivos de esperanza: uno puesto en el “fin”; y el otro, en los “medios” que Dios nos da para llegar a esa meta, para transitar el camino.
Y un medio clarísimo en ese camino, es: “La oración”. Me parece que la oración, es la idea central de este ratico de oración.
Dice San Agustín:

«Hacia Dios no se corre con pasos, sino con el afecto. Nuestro Camino busca Él mismo a los caminantes. Pero hay tres casos de hombres que detesta: el que se para definitivamente, el que da marcha atrás y el que se sale del camino. Otra cosa es que, mientras somos caminantes, unos vayan más lentos y otros más veloces; unos y otros sin embargo caminan. Los que se detienen han de ser estimulados, a los que dan marcha atrás hay que hacerlos volver y a los que se salen del camino hay que llevarlos de nuevo a él; los lentos han de ser motivados y los veloces imitados».

NECESITAMOS LA ORACIÓN

Por eso, la oración nos permite estar y permanecer siempre en el camino. “Señor, necesitamos la oración para que Tú nos ayudes a ver cuándo nos hemos quedado un poquito lentos, cuando hemos dado marcha atrás, cuando nos hemos detenido, cuando estamos cansados, o cuando nos hemos salido del camino.
Y, que el Señor nos lo pueda hacer ver en la oración. Para que, con su mirada, decidamos seguir adelante. Es Cristo que pasa a nuestro lado, Jesús camina con nosotros.
Y no se puede detener, el Señor no se puede detener, el Señor tiene que llevar a toda la humanidad al Cielo. (Aquí, de la emoción tumbé un termito de agua que tengo aquí al lado)
Jesús, Tú no te puedes detener, Tú necesitas caminar con urgencia. Nosotros queremos seguirte, seguir el paso Tuyo, ¡Ayúdanos con la oración! la oración nos permite estar y permanecer siempre en el camino.

PERMANECER SIEMPRE EN EL CAMINO

Y que nosotros queramos también ser instrumentos, para que nuestros amigos y nuestros seres queridos, permanezcan siempre en el camino.
Se nos acaba el tiempo… “Jesús, vamos a mirar a tu madre Santa María”. La Virgen está siempre al lado de Jesús, es importante, y Jesús la quiere siempre a su lado.
Dice el Evangelio que en un momento de predicación de Jesús, algunos le dicen: “Señor, ahí afuera está tu mamá, afuera está tu madre, y tus discípulos”. La Virgen se muere de ganas de estar junto a Jesús; de verlo, de contemplarlo, de escucharlo, y también de contarle cosas, de preguntarle cómo está…
Pues, vamos a pedir a la Virgen santísima, nuestra madre, maestra de oración, que nos acompañe y nos preserve en este camino de la vida, que sea un camino de oración.

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