TU MANO MATERNAL
San Juan Pablo II decía a propósito del atentado cuando le dispararon ahí en la plaza San Pedro que una mano maternal había dirigido, había guiado la trayectoria de la bala. San Juan Pablo II, en vez de irse al cielo el 2005 se podria haber ido al cielo hace 40 años, ese 13 de mayo del año 81. Y no, la Virgen, nos lo quiso dejar aquí un buen montón de años más.
Él, se pudo haber ido al cielo seguramente ese mismo 13 de mayo, pero no fue así, pues seguramente nosotros le necesitábamos. La Virgen fue maternal con Juan Pablo II entonces, pero también lo es hoy con nosotros. Y ahora que estamos rezando, ahora que estamos acompañando a Jesús, que estamos rezando; mirando algún cuadrito, alguna imagen de Jesús, de la Virgen que nos sirve para rezar.
No solo para escuchar, sino para rezar, para decirle cosas al Señor, a la Virgen. Ahora, podemos aprovechar la oración colecta de la Misa de hoy, para que todos nosotros recemos de verdad.
Y la oración dice:
“Oh Dios, que hiciste a la Madre de tu Hijo también Madre nuestra, concédenos que, perseverando en la penitencia y en la plegaria por la salvación del mundo, podamos promover cada día con mayor eficacia el Reino de Cristo”.
Qué bonita la oración, quizás la rezamos de nuevo…
“Oh Dios, que hiciste a la Madre de tu Hijo también Madre nuestra, concédenos que, perseverando en la penitencia y en la plegaria por la salvación del mundo, podemos promover cada día con mayor eficacia el Reino de Cristo”.
HACE 40 AÑOS
Lo vimos en la vida de Juan Pablo II. Hoy día celebramos un aniversario, 40 años de aquel día. Terrible día tan doloroso, pero tan luminoso al mismo tiempo. Hoy lo recordamos con alegría, con agradecimiento, con gozo, porque volvemos a experimentar el milagro. Y ahora podemos mirar algún cuadrito, alguna imagen de la Virgen y decirle:
¡Qué buena eres, qué maternal eres!
Agradecerle a la Virgen y ponemos en sus manos, ahora mismo, intenciones que tenemos cada uno de nosotros en el corazón. Cosas que nos importan, que nos urgen un poco, que nos agobian o que nos ilusionan: un proyecto. Lo ponemos ahora en sus manos. Sabiendo que es maternal, que es tan buena.
CON PACIENCIA Y TERNURA DESATA LOS NUDOS
El Papa nos ha dicho esto de, acudir a Ella, porque Ella desata nudos… Decía el Papa: – con paciencia y ternura, así es la Virgen –. Así la podemos mirar. Con paciencia, con ternura, Ella desata los nudos, Ella ayuda.
Hay un par de textos (que si nos da tiempo ahora, nos pueden servir para la oración) de un cardenal africano, Robert Sarah en un librito que se llama: “Se hace tarde y anochece”. Este parrafito, nos puede servir para mirar a la Virgen con más cariño, para poner en sus manos lo que tenemos en el corazón.
Dice el cardenal Sarah:
“La Virgen se suele aparecer a niños pobres. En Lourdes y en Fátima, los pastorcillos que la veían no poseían nada y la Madre de Cristo los eligió a ellos. Dios ama los corazones pobres, sencillos, tiernos y ardientes de amor.
El corazón puro es el templo de Dios más hermoso. La fe y la pobreza son consanguíneas. El confort suele conducir a la arrogancia y el egoísmo”.
El cardenal se fija en estos pastorcillos: en Bernadette en Lourdes, en los tres pastorcitos en Fátima. Son niños y pobres. Qué ganas de tener un corazón así…
Hoy vemos a la Virgen, cómo se aparece a esos pastorcitos, está con ellos, conversa con ellos, les abre el corazón, les ayuda para que ellos ayuden a mucha gente a acercarse al Señor. Es cierto esto que dice el cardenal: – el corazón puro es el templo de Dios más hermoso -.
CORAZÓN PURO
Entre tantas cosas que hoy día podemos pedirle a la Virgen, que le estamos ahora pidiendo o dando gracias también, pedirle a la Virgen:
– Madre mía, ayúdame a tener un corazón puro, liviano, encendido. Y estas dos virtudes: la fe, la pobreza, (a las que se refiere el cardenal Sarah quizá podemos agregar otra) la castidad, la pureza -. (cuánto ayudan a tener un corazón así: un corazón bueno, profundamente bueno).
Y hay otro texto de otro libro del cardenal Sarah, que nos puede servir también para rezar. Cambia de sintonía, es otra cosa de la que está hablando, pero él se fija en la Unión Soviética, en la persecución sistemática a Dios y a las cosas de Dios, y cuánto tuvo que ver la Virgen de Fátima en deshacer todo aquello.
Y dice el cardenal Sarah en “La fuerza del silencio”:
“Frente al horror, no hay respuesta más decisiva que la oración. El hombre debe volver en silencio su mirada hacia Dios a quien nunca dejan de conmover las lágrimas. Para combatir los poderes del mal es necesaria la lucha humana, pero el silencio es un instrumento oculto misteriosamente eficaz.
¿Por qué cayeron los Gulags de la Unión Soviética? Gracias a la oración silenciosa de Juan Pablo II y de la Iglesia entera sostenida por la Virgen de Fátima. Las estrategias políticas sofisticadas no pudieron con el comunismo marxista. La última palabra la tuvo la la oración. El silencio del Rosario consiguió lo impensable, y el bando occidental se quedó atónito”.
EL PODER DE LA ORACIÓN
Quizá algunos de los que estamos ahora haciendo la oración aquí en 10 minutos con Jesús, se acuerdan cuando se derrumbó la Unión Soviética y toda esa arrogancia contra Dios y contra el hombre que significaba. Algunos se acuerdan, yo era sinceramente muy niño, algo me acuerdo, pero no soy capaz de valorar lo atónito que se quedó todo el mundo, por cómo fue sin bombas nucleares, sin invasiones, cómo cayó el muro de Berlín, como se desplomó al poco tiempo La Unión Soviética.
La gente, cuentan, se quedó atónita… La gente también sabía, y estaba ahí Juan Pablo II no solo viajando a Polonia o moviendo corazones por aquí y por allá durante años, sino sobre todo rezando, consagrando el mundo como había pedido la Virgen. El poder de la oración.
Y esto no es solamente algo del año 89 o del año 90 o del año 91, esto es hoy, 13 de mayo del 2021. Y quizás no tan solo cosas internacionales, que también que hemos de pedir al Señor a través de la Virgen de Fátima, también que nos ayude a tener el corazón abierto a Dios, no solo al personal de los países, de los gobernantes. Pero también intenciones concretas, pequeñas, sencillas que tenemos en nuestra familia.
HOY 13 DE MAYO
Que tengamos un corazón como el de los pastorcillos de Fátima, que tengamos un corazón como el de Juan Pablo II. Se lo pedimos hoy día a la Virgen, se lo podemos pedir ahora.
Es una maravilla, es un día de fiesta hoy, porque una mano maternal desvió la trayectoria de aquella bala hace 40 años, y esas mismas manos maternales nos cuidan, nos abrazan hoy día.