Iniciamos el mes de mayo, un mes que tradicionalmente en la Iglesia está dedicado a la Virgen santísima. Y en 10 minutos con Jesús, queremos hacer algo especial: dedicar estas meditaciones a contemplar los misterios de nuestra Madre santísima, la Virgen María.
En esta primera meditación, hoy primero de mayo, vamos a contemplar el santo rosario, porque cuando uno piensa en la Virgen, obviamente se le vienen a la cabeza todas esas joyas con las que ella ha sido coronada.
Es la belleza de la Virgen santísima, esas representaciones extraordinarias que se han hecho de ella a lo largo de la historia.
SANTO ROSARIO
Sin embargo, hay una práctica que está muy presente, muy unida a la Virgen (porque está dedicada a ella): el santo rosario.
El santo rosario es algo muy sencillo, algo que no se suele encontrar en muchos sitios.
No sé cómo será en otros países, pero en el mío es común que uno se suba a un taxi y el taxista lleve un rosario en el espejo. Es un signo muy bonito, porque tiene la protección de la Virgen, quiere estar unido a la Virgen, mucho mejor si lo reza.
Es que nuestra Madre santísima es justamente una Madre que nos mira, que está muy preocupada por cada uno de nosotros.
UN ARMA MUY PODEROSA
El santo rosario, al mismo tiempo, es un arma muy poderosa. “Tal vez Señor en estos tiempos no es muy bonito hablar de guerras. Sin embargo, la Virgen santísima le hizo ver a los santos -a lo largo de la historia- la importancia de rezar el santo rosario”.
Nuestra Madre no se queda quieta, ella es nuestra mejor aliada en esa lucha contra el enemigo que es el demonio y el pecado.
Es por eso por lo que la Virgen, según nos cuenta la tradición, se le apareció a santo Domingo y lo movió a rezar el rosario, allá por el siglo XIII. Lo impulsó a que propagara esta devoción y la utilizara como un arma poderosa contra los enemigos de la fe.
En concreto, en aquellos años se había propagado una herejía muy grande en la Iglesia, en el sur de Francia, la herejía albigense, se había hecho muy fuerte, se había mezclado con la política y la Iglesia estaba muy preocupada.
ANIMADO POR LA VIRGEN
Santo Domingo de Guzmán recibió este mensaje de la Virgen, él ya estaba un poco desanimado y la Virgen lo animó a que rezara el santo rosario y propagara esta devoción.
“Esto llevó a santo Domingo a salir otra vez al ataque (en el buen sentido) de ayudar a esas almas a convertirse a la fe, hacia Ti Señor”.
Así, a lo largo de los siglos, ¿cuántas personas se han convertido rezando el santo rosario?
PODEMOS REZAR EL ROSARIO EN CUALQUIER PARTE
A veces, algunas personas jóvenes y también no tan jóvenes me dicen que les cuesta rezar el rosario. ¿Por qué? Por varios motivos. A veces, porque les parece muy repetitivo, les parece largo y, sin embargo, el rosario lo podemos rezar en cualquier parte.
Consiste en repetir una y otra vez esas palabras tan hermosas, tan bellas, que nosotros le dedicamos a nuestra Madre santísima. “Esa Madre que Tú Jesús nos has dejado”.
Volvemos en el tiempo, a esa escena de la Cruz en la que el Señor, clavado en la Cruz, sabiendo que había llegado su hora de pasar de este mundo, de salvarnos, derramando hasta la última gota, mira a su Madre, a María.
La vería ahí destrozada, golpeada, porque está viendo morir a su Hijo, aunque la fe la mueve a unirse a ese sacrificio, sabiendo que está salvando a la humanidad, a todas las almas.
Pero Jesús, que es Hombre y Dios al mismo tiempo, sabe que no puede dejarla sola. Por eso le dice que Juan, el discípulo amado, es ahora su hijo y, al mismo tiempo, le dice a Juan que él se va a hacer cargo de María.
MARÍA, NUESTRA MADRE
Esto, los cristianos -los apóstoles en primer lugar- entendimos que también nos había dejado a María como nuestra Madre. Ella lo entendió desde el minuto uno o desde el primer segundo si quieres, porque vemos a los apóstoles muy unidos a ella.
“Es que María es una criatura muy hermosa, seguramente físicamente es bellísima, pero sobre todo en su alma, con todas esas virtudes, con todos esos dones con los que Tú Señor la adornaste”.
Por eso, es lógico que ensalcemos esa gracia, esa belleza, ese que es bienaventurada. Pero no basta eso, mejor dicho, no es únicamente alabar, ensalzar a la Virgen, sino que además el rosario, en primer lugar, nos hace bien a nosotros mismos, los que lo rezamos.
CONTEMPLAR LA VIDA DEL SEÑOR A TRAVÉS DE LOS OJOS DE MARÍA
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Podemos contemplar la vida del Señor a través de los ojos de María, porque el rosario no es una práctica que es solamente de la Virgen, como si nos apartase de Jesús. Al contrario, contemplamos la vida del Señor a través de los ojos de María en ese primer misterio: La Encarnación.
Si bien es cierto, es la escena del ángel que anuncia a María que será la Madre de Dios y le pregunta si está dispuesta. Contemplamos cómo Dios toma nuestra naturaleza. Un hecho sin igual que marcará un antes y un después en la historia de la humanidad.
Generalmente, cuando uno reza el rosario enuncia el misterio y luego empieza con el Padre Nuestro, las 10 Aves Marías, el Gloria…
MEDITAR LA ESCENA
Una cosa muy bonita, es que unos segundos antes de enunciar el misterio, nos detengamos a meditar la escena, como si la estuviéramos viendo desde un balcón, un palco o en la misma escena:
La Encarnación del Hijo de Dios o la Anunciación y nos imaginamos que estamos ahí en la casa de María, escuchando detrás de la puerta y escuchamos lo que dice el ángel, vemos la reacción de María, escuchamos su respuesta y sus preguntas tan oportunas; nos metemos como un personaje más.
Te recomiendo, te puede servir mucho ese librito pequeñito que escribió san Josemaría de un solo tirón: Santo Rosario, que nos ayuda a meditar cada escena, las comenta brevemente para aprender a ver la vida de Jesús a través de María.
UN CAMINO SEGURO
Es que María siempre es un camino seguro. Siempre nos lleva a Jesús, no se les puede separar.
Por otro lado, al rezar el santo rosario, esta devoción tan bonita, nuestra Madre nos escucha, porque aquí no hay que razonar demasiado, es simplemente esto: ese amor, esa devoción de hijos de María, a la que ella nos escucha y las madres no se hacen de rogar, siempre escuchan las peticiones de sus hijos.
Aprovechemos el santo rosario, necesitamos rezarlo más y que eso nos lleve a tratar más al Señor.
Necesitamos rezar más, porque en este mundo a veces nos podemos dormir como los apóstoles. Lo mundano, lo frívolo, también las preocupaciones propias de nuestro día a día, nos pueden llevar a perder de vista lo más importante, a olvidarnos de Dios.
El rosario es una gran ayuda, así que ¿qué nos cuesta rezarlo todos los días? ¿Qué te toma, 20-25 minutos? Lo podemos rezar por la calle, en familia, en tu cuarto, donde sea…
Proponte rezar el santo rosario y verás cómo la Virgen santísima te va a premiar. En primer lugar, con su protección. Tantos favores que podemos sacar de allí y siempre nos acercará a su Hijo.
Le damos gracias a nuestro Señor Jesucristo por habernos dejado una Madre tan buena y te damos gracias también Madre santísima por habernos dejado este santo rosario que es como una cadena que nos amarra, que nos une, que nos vincula a Dios nuestro Señor.