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TU MIRADA ILUMINA EL MUNDO

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BASÍLICA MADRE Y CABEZA DE TODAS LAS IGLESIAS

Hoy se celebra el aniversario de la dedicación de la basílica construida por el emperador Constantino, en el Laterano, San Juan de Letrán, esta celebración fue primero una fiesta en la ciudad de Roma, pero más tarde se extendió a toda la iglesia.

Con el fin de honrar esa basílica que es llamada madre y cabeza de todas las iglesias de la urbe y del orbe.  También en señal de amor y unidad con el Papa.

Rápidamente Señor, para meternos en camino de oración, a tí te sugiero meditar lo siguiente sobre algo que aparece en la segunda lectura propia de la misa de la dedicación, quizás si vas a misa hoy, no sé si lean las lecturas continuas del tiempo ordinario de la semana 32 o se lean las lecturas propias de la dedicación de la basílica. 

En la fiesta en Roma se leen dos lecturas por ser una fiesta ahí en la ciudad de Roma, en todo en esa segunda lectura que es de los corintios, dice San Pablo: (no la voy a leer toda, voy a quedarme con tres ideas).

SOMOS TEMPLOS DE DIOS

“Hermanos sois edificio de Dios. ¿No sabéis qué sois templos de Dios y el espíritu de Dios habita en vosotros?”.

 Un poquito más adelante:

“El templo de Dios es santo y ese templo sois vosotros”.

 (Corintios 3, 9c-11. 16-17)

SOMOS TEMPLOS DEL ESPÍRITU SANTO

Pues Señor, me sirvo esto para este rato de oración; Somos templos del Espíritu Santo, somos templos de Dios y eso se nota y se tiene que notar, y esa es la pregunta que nos vamos hacer delante de Ti. 

Señor, ¿se nota en mi vida, en mis palabras, en mi mirada que soy templo de Dios, que soy templo del Espíritu Santo? ¿Mis palabras reflejan lo que hay dentro de mí? ¿Mi mirada refleja el mundo que llevo dentro de mí, mi mundo interior? ¿Se nota Tu presencia en mí? ¿Cómo se tiene que notar esa presencia? y eso lo que vamos a preguntarnos hoy Señor, o te vamos a preguntar a Ti y Tú también nos vas a mirar y nos vas a decir cómo podemos reflejar esa mirada tuya.

HISTORIA TRISTE, CON ESPERANZA

Yo te quería contar una historia triste, la verdad, pero bueno, triste pero  como los cristianos tenemos una esperanza arraigada en el espíritu, siempre procuramos que todas las historias tengan también algo de alegría, un tono de alegría. 

El viernes pasado, me escribió un muy buen amigo, él es peruano, vivía aquí en Bogotá, pero fue trasladado por su empresa a Madrid y va a vivir a Madrid los próximos años. 

Entonces, tiene tres hijos y dos días antes, sus hijos habían comenzado clases en los colegios allí en Madrid. 

Y me escribió diciéndome: Oye hoy fui a recoger a mi hija, y no me lo vas a creer, pero después me enteré, a los 20 minutos de recoger a mi hija de un accidente en el que una madre del colegio fue recoger a sus hijos. 

Tuvo un descuido en su vehículo  y atropelló a tres niñas del colegio y una de ellas falleció, una de ellas murió. 

Claro a mi me dio muy duro esta historia, porque yo conocí ese colegio, estuve dentro de instalaciones del colegio, estuve conociendo la labor que hacen en este colegio, tan maravillosa.   Entonces me dio mucha tristeza.

Después se conocen las reacciones de la prensa, de las familias del colegio, del sacerdote del colegio y me ha gustado mucho como cuál ha sido el tratamiento de la noticia, tú lo podrás buscar, sale en todos los medios nacionales e internacionales, diría yo, porque ha sido una noticia muy conocida, en estos últimos días.

REACCIÓN IMPRESIONANTE

Entonces lo que más ha sonado en los medios de comunicación es la reacción de la madre de la niña, porque esta señora, esta buena madre trabaja en ese colegio, no sé si como profesora o como administrativa, y se cuenta que la madre de la niña llegó a tiempo para abrazar a su hija y decirle que la quería mucho. 

Y después se levantó y fue a abrazar a la madre que acababa de atropellar a su niña.  Impresionante.  Impresionante Señor

SEÑOR, TÚ ESTÁS EN ELLA

Claro, ella ¿Por qué hace eso? Eso se lo dictó alguien, le dijo oye ve a abrazar a la señora que acaba atropellar a tu hija, matar a tu hija.

¿Quién le transmitió el deseo de ir a abrazar a esa señora? Señor tú, Tú que habitas en su corazón, en su alma. 

El Espíritu Santo que habita en esa alma de esa buena mujer, una buena cristiana.  Una mujer seguramente, yo no la conozco, pero seguramente está llena de Dios, porque si es capaz de reaccionar así, es por qué Cristo y el Espíritu Santo habitan en ella. 

EL DOLOR ES MÁS SOPORTABLE AL SER COMPARTIDO

Claro, ese abrazo de esas dos madres, se fundió en el dolor, que es más soportable al ser compartido. 

Qué maravilla, por eso te dije que es una historia dura, es una historia triste pero es una historia que tiene una nota de esperanza muy poderosa.

Cómo sería la mirada de ésta madre a su hija moribunda y después esa mirada seguramente igualita a esta madre, que aquella atropellado por accidente a su hija y que la había matado.

TU MIRADA ILUMINA EL MUNDO

 

 

Y se me viene también a la memoria el último libro que publica Susana Tamaro, que se titula “Tu mirada ilumina el mundo”.  Y eso tenemos que hacer todos los cristianos, tú y yo que estamos en este momento haciendo un rato de oración, hablando con Jesús, en estos 10 minuticos.

EL AMOR ES EL REFLEJO DE DIOS

Ser capaces de transmitir lo que tenemos en nuestra vida interior, nosotros los hombres somos seres capaces de amar, somos capaces de Dios porque el amor es reflejo de Dios; la caridad para con las personas.

Jesús y tú reflejas ese amor tuyo en todo momento.

Qué poder tiene una mirada, qué poder tiene una sonrisa, qué poder tiene un gesto,  concretamente el gesto de una mirada, un abrazo.

MIRADA AUTÉNTICA

Y eso refleja un mundo interior muy poderoso. Una mirada no puede ser postiza, no sé, de casting de telenovela o de programa de televisión, como si tuviéramos una cámara de video delante de nosotros. 

Para que esa mirada sea auténtica, esa mirada tiene que ser reflejo del mundo interior, de nuestra vida interiormente.  

VIDA INTERIOR, LLENA DE TI, JESÚS

Para tener una auténtica vida interior es también muy importante la experiencia, Jesús, por eso te decía: yo no conozco a esta mujer, pero me gusta pensar, quiero pensar que está llena de ti, que tiene la experiencia de conocerte. 

Dice San Juan, en su primera carta: 

“Lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y han palpado nuestras manos, os lo anunciamos”

(1 Jn 1, 1)

Nosotros no podemos hablar de Cristo con conceptos intelectuales: hace falta una experiencia espiritual que está en nuestro mundo interior, en nuestra vida interior.

COMO SIMEÓN 

Esa experiencia por ejemplo, obtuvo el anciano Simeón, en el templo cuando vio a Jesús hecho un  niño. 

Señor según tu promesa puedes dejar a tu siervo morir en paz, por que mis ojos han visto tu Salvador, a quién has presentado ante todos los pueblos: luz para iluminar alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

 (Lc 2, 29-32)

Pues Señor se nos acaba el tiempo, porque quedan pocos segundos, vamos a acudir a Nuestra Madre Santa María, ella también nos mira como esa madre, los ojos de Jesús son los ojos de la Virgen que nos ayude a mirar con los ojos de Jesús. 

 

 

 

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