VIVIR A CRISTO Y DEJAR QUE CRISTO VIVA EN MÍ

El Evangelio del día de hoy nos presenta varias cosas, pero me gustaría quedarme con estas dos frases:

Jesús le dice a sus discípulos:

«Los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre”

(Lc 21, 12).

Cosa que sucedió en el año 70 con más fuerza en la destrucción del templo, y después en la expulsión de las sinagogas.
El Señor les adelanta algo que muchos de ellos verán de primera mano, cuando les dice que serán encarcelados y los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de su nombre… El Señor nos adelanta que ser cristianos tendrá estas repercusiones: que se burlen a veces de nosotros, que no nos tomen tan en serio, o que les parezca que estamos un poco fuera del mundo.

SOMOS COMO DE SERIE DE TV

En la serie de Los Simpsons, hay un personaje, que es un cristiano serio que se llama “Los Flanders”. Es la familia que todo el mundo quiere que se vaya lejos, porque son súper pesados, siempre están predicando, son como súper pegados de la Biblia. Y esa es la caricatura que a veces tenemos que soportar los católicos.

Pero el Señor dice:

“Esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mi”. 
Tenemos que dar testimonio del Señor.  Tenemos que dar testimonio de nuestro amor”

Y dice más adelante:

“Gracias a la constancia y perseverancia salvarán sus almas”

 (Lc 21, 13. 19).

JESÚS NOS DA LA CLAVE

Jesucristo nos da con claridad esa luz: de que sólo dando testimonio de Él salvaremos nuestras vidas con constancia. Saber hablar de Jesús. Y esto es lo que nos pasa a todos los que hemos descubierto al Señor. Los que escuchan estas meditaciones intentan cada vez más hacerse más amigos del Señor, descubrirle, hacerse cada vez más cercanos, descubrir ese amor.

UNA SANTA PARA RECORDAR HOY

También le pasó a la Santa que la Iglesia recuerda el día de hoy. Es la memoria de Santa Catalina de Alejandría. Según las actas del martirio, nació en Alejandría en la segunda mitad del tercer siglo. Eran los tiempos de las persecuciones de Domiciano. Catalina descendía de una familia de abolengo, de una familia noble, que se distinguía por su inteligencia y su erudición.

Catalina había estudiado mucho y destacaba también por su belleza. Muchos pretendientes ricos y nobles, habían pedido ya su mano. De hecho su madre y los parientes trataban de convencerla para que se casara, pero Catalina no se decidía, y decía a sus personas queridas: -Si quiere que me case, entonces encuéntrame a alguien que me iguale en hermosura y erudición-. Cuando escuchaba esto, pensaba que debe haber sido bastante inteligente, pero era aún más vanidosa.

EL NOVIO IDEAL

Dios hizo que Catalina, que todavía no era cristiana, conociera a un anacoreta (una persona que se retira a rezar en las montañas), y éste, era un hombre inteligente de vida ejemplar, quien examinando justamente los méritos de sus pretendientes, porque su madre le había pedido al anacoreta que lo hiciera, le dijo a Catalina: –Yo conozco al Novio que es superior en todo a ti. ¡No hay nadie igual!- Y después le dio el ícono de la Santísima Virgen, prometiendo que Ella le ayudaría a Catalina a ver a este singular novio.

Efectivamente cuenta en estas actas (que son poco leyendas) que nuestra Madre Celestial le presentó el rostro de Cristo. Esto fue lo que a ella le conmovió y le trajo hacia el cristianismo. Se hizo una estudiosa de todo lo que corresponde a nuestra fe. De hecho, renunció a casarse para estudiar y profundizar más en la vida de nuestro Señor Jesucristo.

Ahora es la Patrona de los Filósofos. En la Universidad de Roma, siempre teníamos en esta fecha unos seminarios o alguna clase o conferencia especial para los filósofos. Ella dio testimonio de Jesús, empezó a conocerlo cada vez más a Él y dio testimonio con constancia.

Señor, yo también quisiera hacer lo mismo, encontrarte –tal vez no con un icono– pero encontrarte cada vez más. Yo sacerdote, ya te he encontrado varias veces, pero quiero encontrarte cada vez más. Quiero Señor, enamorarme mas de Ti. Es una cosa que todos tenemos que decirlo… que todos tenemos que trabajar, por qué a través del conocimiento, vamos queriendo cada vez más a Cristo.

Estos minutos de oración buscan eso, que nos enamoremos más de Él;  el ejemplo de Catalina nos puede llevar a pedirle, que podamos dar más testimonio de Él, para que con constancia salvemos nuestras vidas.

ORACIÓN ESCUCHANDO MÚSICA

Hace poco tiempo hice una entrevista a Mafalda, una chica que vive en España, de raíces italianas. Y ella contaba que hace la oración muchas veces con música. Y la verdad es que yo también he hecho oración muchas veces así.

Me recordaba de una canción que no había escuchado hace tiempo, la escuchaba en italiano, se llama “Vivimi” de Laura Pausini. Y habla un poco de este amor, de este conocimiento del amado, que cada uno de nosotros tiene que buscar.

Y la leo para poder hacer un poco de oración:

“No necesito más de nada ahora que
Me iluminó tu amor inmenso fuera y dentro

Créeme esta vez, créeme porque
Créeme y verás no acabará más
Tengo un deseo escrito en alto que vuela ya
Mi pensamiento no depende de mi cuerpo

Hay un gran espacio entre tú y yo
Cielo abierto que ya
No se cierra a los dos
Pues sabemos lo que es necesidad

Víveme sin miedo ahora
Que sea una vida o sea una hora
No me dejes aquí libre sin nada
Víveme…”

Estas palabras me ayudan a rezar, porque es el alma que también se ilumina de ese amor inmenso: fuera y dentro. Es creer que el Señor,  está con nosotros, que se lleva el pensamiento, que ya no está en nuestro cuerpo, sino que sube hasta los Cielos. Igual que Catalina, ¡que encontró ese amor increíble! Que por Él dejó todas las cosas.

Nosotros también tenemos que ir descubriendo cada vez más ese amor de Jesús, que nos hace que el corazón vibre de esta misma forma. Créeme, créeme… porque con la constancia salvaremos nuestras vidas, así nos lo dice el Señor y hay que aprender a vivir a Cristo.

VÍVEME

Viveme, dice la canción. ¡Víveme! Y ese víveme es de lado y lado. Tenemos que aprender a vivir a Cristo. Y dejar también que Cristo viva en nosotros. Eso es lo que nos trae alegría, esa fuerza, esa continuidad que nos hace que demos paz a nuestro alrededor. Que tengamos la mirada fija en el Cielo, que no nos fijemos solo en la tierra, en los problemas, en las angustias.

Cuando tenemos el corazón así, puesto en el Señor, es que las cosas cambian porque claro, lo que necesitamos es vivir un poco más.-

COMO DICE LA CANCIÓN

“Víveme sin miedo ahora
Que sea una vida, o sea una hora…

Porque si le vives una hora, querrás vivirle siempre.
Víveme sin más vergüenza
Aunque todo el mundo está en contra
Deja la apariencia y toma el sentido
Y siente lo que llevo dentro

Y sigue también la canción -que me gusta mucho-…

Has abierto en mí la fantasía
Me esperan días de una ilimitada dicha
Es tu guión la vida mía
Me enfocas, me diriges, pones las ideas
Víveme sin miedo ahora
Aunque todo el mundo está en contra
Deja la apariencia y toma el sentido
y siente lo que yo llevo dentro.”

Señor te digo estas palabras con el corazón, quiero vivirte cada vez más, y quiero dejarte que vivas en mí, porque si Tú tomas control de todas mis cosas, entonces sé que seré completamente feliz.

Podré dar testimonio de Ti ahí dónde vaya y podré ser en este mundo tan revuelto y con tantos problemas, un instrumento de paz, instrumento de alegría.

Señor, víveme y déjame vivirte a Ti.

Quiero hacerlo con todo el corazón y con constancia, porque de esa forma te daremos una gran alegría, igual que la que tuvo Santa Catalina de Alejandría, que se entregó completamente a tu servicio. Vamos a poner estas intenciones en manos de nuestra Madre, la Virgen.

Hoy es mi cumpleaños, entonces voy a pedir oraciones especiales para que deje a Cristo vivir en mí y para que, junto con todos los sacerdotes que hacemos 10 Minutos con Jesús Latinoamérica, hagamos que muchas personas le dejen vivir a Cristo en su interior.