En la parábola de la lámpara y la medida, (Mc 4, 21-25). Jesús nos invita a reflexionar dos puntos importantes: la luz y el oír. Cuando hablamos de luz, es transmitir las enseñanzas del Señor a los demás, porque si lo conocemos y tratamos pero no compartimos con los seres queridos y amigos cómo llegar a Él, seríamos egoístas.
¿CÓMO PUEDO OÍR A JESÚS EN MEDIO DEL RUIDO EXTERIOR?
Jesús nos habla en diversas situaciones, sólo tenemos que estar dispuestos a oírle y poner en práctica lo que escuchamos. Algunas sugerencias que nos pueden servir para saber dónde escucharlo son:
-
- A través delconsejo de un amigo o amiga de confianza.
- Por medio de la Sagrada Escritura donde te puedes incluir como un personaje más y con la ayuda de libros espirituales como la biografía de los Santos que son ejemplo vivo de una relación con Jesús.
- Muchas veces nos quiere decir algo en las contrariedades diarias.
- Preguntándole directamente en la oración ¿Señor qué quieres de mí?, ya que el tema de tu oración, debe ser el de tu vida. Es importante mencionar que es un encuentro profundo, como decía San Agustín debemos “Conocer a Dios, conocerse a sí mismo y sacar las consecuencias oportunas”. En esta cita se destaca el descubrir a Jesús en el silencio, para mejorar cada día con metas que él decida trazarnos, porque conoce lo que necesita nuestra alma.
GUÍA PARA COMPARTIR LAS LUCES
Al final de la parábola Jesús dice «Con la medida con que midáis se os medirá y hasta se os dará de más. Porque al que tiene se le dará; y al que no tiene incluso lo que tiene se le quitará». (Mc 4, 24-25). Con esto se refiere a la entrega que quiere de nosotros, tal como lo hizo la Santísima Virgen María, quien siempre dijo que sí (“Fiat”) al Señor, siendo un gran modelo de correspondencia.
El Señor nos pide que seamos fieles en las cosas pequeñas, y de esta forma en el día a día poder ir transmitiendo su luz a los que nos rodean. Algunas sugerencias:
- Realizar el trabajo con delicadeza y rectitud de intención. Puedes descargar el libro: Trabajar bien, Trabajar por amor.
- Estar atentos a las necesidades de los demás.
- Evitar juzgar las acciones de quienes están alrededor, más bien ayudarles a ser mejores. Recordemos que somos hermanos por la comunión de los santos (Unión común con Jesucristo, Santos, almas del purgatorio y fieles de la tierra).
- Organizar visitas a un hospital, orfanato o asilo para transmitir sus luces y contagiarlos de su amor.