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Panameña, Comunicadora Social. Autora de “Te Ofrezco mis Puertas”, “Chachalaca y su viaje inesperado” y “Mariana y la ballena”

5 min

San Antonio Abad y su lucha contra las tentaciones

El 17 de enero se celebra a san Antonio Abad, el primer santo en llevar el nombre de Antonio, que significa el que florece o enfrenta a sus enemigos. Fue fundador de varios monasterios, donde hizo cabeza. Además, se le conoce por enfrentar a las tentaciones del alma y fue reconocido como el primer patrono de los animales. Varias veces sus milagros han sido puestos en duda por su espectacularidad. Pero se le ha tenido desde épocas muy remotas mucha devoción

San Antonio Abad nació en Egipto en el año 251, en el seno de una familia adinerada y se cree que vivió más de cien años. Gracias a los escritos de san Atanasio y san Jerónimo, quienes fueron sus discípulos, se conoce gran parte de su vida.

El llamado de san Antonio Abad

Después de la muerte de sus padres, quedó al cuidado de su única hermana, que era mucho más joven que él. Un día que iba como de costumbre a la iglesia, reflexionaba sobre las Sagradas Escrituras, de cómo los apóstoles lo dejaron todo para seguir a Jesús y, de los primerísimos cristianos que vendían lo que tenían para ponerlo al servicio de los más necesitados. Pensando en ello entró en la iglesia y sucedió que precisamente en ese momento estaban leyendo el pasaje donde Jesús le decía al joven rico:

—Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo. Luego ven y sígueme.

Antonio lo interpretó como un mensaje dirigido a él. Procedió entonces a vender todos sus bienes para ayudar a los pobres. Solo reservó una parte para su hermana, a quien dejó al cuidado de vírgenes consagradas, y después se retiró a las afueras de la ciudad a las orillas del río Nilo, ya que deseaba vivir en soledad, oración y dedicado a leer las Sagradas Escrituras.

San Antonio Abad

El patrono de los animales

Eligió ubicarse cerca de un cementerio abandonado porque así nadie se acercaría a molestarlo y al mismo tiempo para enseñar que los difuntos no se aparecen para espantar. El lugar estaba repleto de serpientes, pero Antonio, después de hacer oración, les pidió que le dejaran ese lugar y cuando hizo la señal de la cruz las serpientes se retiraron pacíficamente. Esto hizo que la gente le reconociera cierto poder para alejar a los animales peligrosos y proteger a los domésticos. Los campesinos empezaron a buscarlo para que les bendijera sus campos y protegiera a sus animales de trabajo.

Como no quería ser molestia para nadie, y recordando la frase de san Pablo (el que no trabaje que no coma), aprendió a tejer canastos, con lo cual conseguía su sustento y podía seguir ayudando a los necesitados.

Es costumbre representarlo con un cerdo, ya que desde la Edad Media los campesinos tenían la costumbre de engordar uno anualmente para sacrificarlo el día de su fiesta y repartir su carne entre los más pobres.

san antonio abad

Entre todos los libros de Flaubert, «La tentación de San Antonio» es el que mejor expresa la naturaleza profunda del escritor. Esta obra le acompañó toda su vida, pues hizo de ella tres versiones.

San Antonio Abad y las tentaciones

Al santo lo buscaban los cristianos fervorosos que deseaban conseguir la santidad con la oración, sacrificio y meditación. Él mismo contaba que el demonio lo tentaba constantemente para que dejara su vida de oración y sencillez.

Después de las tentaciones que sufrió, le preguntó a Dios dónde estaba cuando el enemigo lo atacaba tan duramente y este le respondió que estaba presenciando el combate y dándole fuerzas para resistir.

Señor y Dios nuestro, que llamaste al desierto a san Antonio Abad para que te sirviera con una vida santa, concédenos, por su intercesión, que sepamos negarnos a nosotros mismos para amarte a Ti siempre sobre todas las cosas.

María es Madre de Dios

San Antonio Abad, ejemplo de una vida santa

Tras quince años de esta vida, a los treinta y cinco años decidió retirarse al desierto para vivir como monje en total soledad. La palabra monje significa el que vive solo.
Cruzó el río Nilo y encontró un viejo fuerte en el que se encerró y vivió por veinte años. Lo alimentaban los que por allí pasaban.

Después de dar ejemplo de santidad, muchos decidieron vivir también como monjes, por eso se le considera el primero de todos los monjes de la historia.

Lo empezaron a visitar peregrinos a los que al principio se negaba a ver, pero gradualmente un número de aspirantes a discípulos se establecieron en cuevas y en cabañas alrededor de la montaña. Le suplicaron a Antonio que saliera y fuera su guía espiritual. Al fin cedió y salió de su retiro. Cuentan que, para sorpresa de todos, estaba tal como había entrado, no demacrado sino vigoroso de mente y de cuerpo.

Aunque tuviera estos grupos organizados, él prefería la vida solitaria, por lo que después de algunos años en que ya había organizado a los grupos de monjes, se retiró a vivir en una montaña donde todavía se eleva el monasterio que lleva su nombre. Este monasterio es considerado el más antiguo del mundo.ejemplo

Consejos de san Antonio Abad

Puedo concluir diciendo que la vida de san Antonio Abad estuvo marcada por su lucha contra las tentaciones a través de la oración perseverante, la vida santa, y con esto, sin buscarlo, ser guía para que otros siguieran el mismo camino de oración. Además, su vida estuvo signada por la curación y protección a los animales.

Conocer sobre la vida de este santo me ha hecho pensar en que, así como Jesús se retiraba a orar para buscar fuerzas y enfrentar las pruebas que vendrían, así mismo san Antonio Abad logró encontrar en el aislamiento en compañía de la oración su vocación de santo y contagiar ese espíritu a tantos monjes que hasta hoy en día se inspiran en su vida.

San Antonio Abad logró a través de la oración en el aislamiento una vida donde solamente subía peldaños para ganarse el cielo. Vencía las tentaciones con la oración.

El único momento en que realmente he experimentado ese espíritu total de aislamiento en compañía de la oración fue en el retiro de fin de semana del pasado mes de septiembre. Espero con ansias el de este año y así comprobar que he cumplido con el compromiso de un plan de vida donde la oración personal es lo prioritario y así no bajar el peldaño que subí en mi propósito de ganarme el cielo.

En este día pidámosle a san Antonio Abad que nos ayude a perseverar en nuestra oración. Las meditaciones de los 10 minutos con Jesús son una de las herramientas que tenemos para conseguirlo.


Escrito por

Tere Dominguez

Panameña, Comunicadora Social. Autora de “Te Ofrezco mis Puertas”, “Chachalaca y su viaje inesperado” y “Mariana y la ballena”

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COMENTARIOS

  1. margret dice:

    Interesante y bonita historia, había escuchado era San Benito Abad, no San Antonio Abad, que entrega profunda la de éste Santo, gracias por compartirla. .

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