La semana pasada recibí un voice de una linda amiga mía a quien frecuento casi a diario. Vamos a pilates juntas y somos sacristanas los días martes (disfrutamos de preparar el Altar antes de que Jesús venga), además nos juntamos para diversas actividades.
Esta vez me sacó cita en la peluquería, de repente recibí un voice que decía: “Pamelita, ya te tengo el esmalte que nos vamos a poner, se llama “pionera” para que te vaya super bien en ese video que tienes que hacer hoy”. No se imaginan el color, casi caigo desmayada pues es un color que jamás me habría puesto. Después de darle largas me dijo: “Debes ser obediente y seguir mis consejos”, ¿qué creen?… hice caso.
Claro está que mi obediencia esta vez fue para complacer a mi amiga y darle un gusto, pues con detalles pequeños alegramos a nuestros seres más queridos. ¿Y qué hay con Jesús? ¿Le das gusto? ¿Procuras mantener esa relación encendida? Finalmente, los verdaderos amigos tienen cosas en común, se exigen y acaban teniendo muchos parecidos.
Parecernos cada día más a Jesús
En eso consiste la santidad. Que tengamos los mismos sentimientos y pensamientos de Cristo, que tengamos sus mismas formas de actuar. Porque si de verdad quieres ser santo, debes plantearte ser ´copy & paste´ de Jesús.
Queremos ser copias de su Corazón y a la vez estamos llamados a ser originales, auténticos. Desde donde te encuentres, bajo tus circunstancias de vida, eres protagonista de tu santidad. Cada uno de nosotros está llamado a seguirlo, a corresponder a su Amor infinito, con los dones recibidos y nuestras limitaciones (físicas, psicológicas). Debemos ir trazando nuestro propio camino a la luz del Espíritu Santo quien vive en nosotros.
Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió «para que fuésemos santos e irreprochables ante Él por el Amor» (Ef 1,4). En Efesios se nos recuerda que la santidad es un don de Dios y que debemos buscarla mediante una relación cercana con Él y permitiendo que el amor fluya a través de nosotros. Por eso si procuras su amistad es muy probable que logres ser ese ´copy & paste´ de Jesús, porque como te lo mencioné, los amigos tienen muchas cosas en común, se exigen y acaban teniendo muchos parecidos.
La virtud en todas las acciones
Tomás de Kempis, en su libro “Imitación de Cristo” nos insta a buscar la virtud en todas las acciones y a imitar, en nuestra vida diaria, las virtudes de Cristo. Enfatiza como virtudes:
- el servir a los demás con humildad y amor,
- su obediencia a la voluntad de Dios Padre,
- su amor y compasión hacia los demás,
- su paciencia y resignación frente a las pruebas y sufrimiento,
- por último, su perdón y misericordia.
Bueno a manera de ejemplo tomaré dos de ellas.
La humildad: se me viene la imagen de Jesús lavando los pies de sus discípulos y, ¿cómo puedo extenderlo con un ser querido? Podría ser tu esposa o esposo, tu padre o madre; después de una contrariedad desechar los pensamientos que no van y, al final de la tarde, ofrecerle un masaje en los pies con una conversación amena o si debes pedir perdón por algo, aprovecharlo de esa forma. Haz la prueba y verás cómo funciona de bien.
Su amor y compasión hacia los demás: el amor de Dios se ha encarnado, se encarnó en Jesús, por eso podemos conocerlo. Al leer el Evangelio vamos conociendo cómo es su Corazón, Su comportamiento con las demás personas. Por ejemplo: cómo fue con su amigo Lázaro cuando conoció que estaba muerto y se compadeció de él y de sus hermanas. Lo resucita. Este amor y compasión podemos extenderlo nosotros al acoger a personas cercanas que necesitan ser acompañadas, a quienes estén enfermos o pasando por una etapa de sufrimiento.
El Señor nos ha querido enseñar la profundidad de su Corazón, el amor tan infinito que nos tiene. Su corazón se llena de las miserias ajenas. Y es que Él nos quiere aunque no nos salgan las cosas. El buen corazón se compadece con los demás, sufre con los demás e intenta hacer algo por ellos.
¿De verdad quieres ser santo?
Para ser ´copy & paste` de Jesús, estilo de vida al que Dios nos llama, considero indispensable ahora concretar en la práctica de tu rutina. Y pensé también en compartirte las 5 consideraciones que el Papa Francisco nos recomienda en la exhortación apostólica Gaudete et Exsultate. Además te dejo una meditación. Nos dice que no son todas las que pueden conformar un modelo de santidad, pero son manifestaciones reales del amor a Dios y al prójimo.
Por lo tanto te las voy a proponer a manera de reto para ser realizadas una por semana.
Primera semana
Aguante, paciencia y mansedumbre: si se te presentan conversaciones con personas que te cuestan más. Respira hondo, mantén la compostura y procura con paciencia escucharlas más, hablarles de manera natural, con buen tono y sin exaltarte.
Segunda semana
Alegría y sentido del humor: descubre algo divertido en cada actividad del día y disfrútala al máximo. Encuentra una forma creativa de alegrar el día a tus seres queridos. Que no se te escape poner un poco de humor en tus conversaciones.
Tercera semana
Audacia y fervor apostólico: el desafío es dar un paso fuera de tu zona de confort y transmitir tu fe. Prueba invitando a alguien a hacer oración contigo todos los días. Puedes empezar escuchando las meditaciones de 10minconJesus.net ¿Quién quita que aprendas diversos tips de otras personas también?
Cuarta semana
En comunidad y conexión con los demás: el reto consiste en acercarte a una persona que no tratas mucho. Puedes pensar en alguien de tu oficina de trabajo, de la parroquia, algún vecino o alguien que veas a menudo pero que no conoces bien. Procura conectarte y conocerla. Estoy segura de que se enriquecerá la vida de ambos.
Quinta semana
En oración constante: adicional a tu oración del día busca otros pequeños momentos a lo largo del día para dedicarle un espacio pequeño de reflexión y oración. Puede ser una pequeña oración verbal, como proponerte rezar el Angelus al mediodía. Además, con un breve momento de silencio y gratitud estarás avanzando.
Espero haberte brindado luces, pero ya está en tu imaginación poder alcanzar estos pequeños desafíos diarios que estarán fortaleciendo tu relación con Dios y viviendo una vida más plena, siendo un verdadero ´copy & paste de Jesús´. ¿Qué esperas para iniciar el reto? ¡Adelante, acéptalo y deja que la santidad se apodere de ti!