En este post Tere Domínguez nos comparte lo que ha significado para ella la Virgen de la Medalla Milagrosa desde que le regalaron una estampita de ella en el año 2019.
Actualmente lleva su medalla en el pecho la cual le recuerda la promesa hecha por la Virgen a santa Catalina Labouré de que quienes lleven la medalla “…recibirán grandes gracias que serán más abundantes de llevarla al cuello y con confianza».
Durante los meses que estuve en quimioterapia en el año 2019 me regalaron muchas estampitas de santos y de oraciones. Pero la Virgen de la Medalla Milagrosa fue la que me cautivó.
La conocí porque una de mis cuñadas y su hija me hablaban mucho de ella. Me contaron de las procesiones en un pueblo del interior de mi país que hacen todos los años en su honor el 27 de noviembre. Además de darme su estampita y una imagen pequeña, me regalaron un librito titulado El don de la Medalla, el cual me impresionó.
Rogad por nosotros que recurrimos a Vos
Este año hice por segunda vez la novena. Me gusta mucho ya que cada día se repasaban datos históricos: desde la primera vez que se le apareció la Virgen a santa Catalina Labouré, hija de la Caridad de San Vicente de Paúl, el 18 de julio de 1830.
Ese día, la Virgen le habló a la santa de las desgracias y calamidades del mundo, y le enseñó la manera como había de portarse en las penas y tribulaciones que se avecinaban. Entre sus confidencias,
le dijo: «acontecerán no pequeñas calamidades. El peligro será grande. Llegará un momento en que todo se creerá perdido. Entonces yo estaré con vosotros: tened confianza…«
En la tarde del 27 de noviembre de 1830, bajó otra vez del Cielo la Santísima Virgen para manifestarse a santa Catalina Labouré. De pie, entre resplandores de gloria, tenía en sus manos una pequeña esfera y aparecía en actitud estática, como de profunda oración.
Después, sin dejar de apretar la esfera contra su pecho, miró a Sor Catalina para decirle: «Esta esfera representa al mundo entero… y a cada persona en particular».
De las manos de la Virgen, como de una fuente luminosa, brotaron en cascada los rayos de luz. Y la Virgen explicó: «Es el símbolo de las gracias que yo derramo sobre cuantas personas me las piden».
Entonces pidió que rezaran así: «¡Oh, María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!». Y seguido oyó una voz que recomendaba llevar la medalla y repetir a menudo aquella oración-jaculatoria, y prometía gracias especiales a los que así lo hiciesen.
La Virgen le pidió a Sor Catalina que fuera acuñada una medalla según el modelo que Ella misma le había diseñado. Después le dijo: «Cuantas personas la lleven, recibirán grandes gracias que serán más abundantes de llevarla al cuello y con confianza».
La Medalla Milagrosa
La medalla recapitula, por su rico simbolismo, los misterios de la fe cristiana. Fueron tantos y tan portentosos los milagros obrados por la nueva medalla (conversiones de pecadores obstinados, curación de enfermos desahuciados, hechos maravillosos de todas clases) que la voz popular empezó a denominarla con el sobrenombre de la medalla de los milagros, la Medalla Milagrosa; y con este nombre se ha propagado rápidamente por todo el mundo.
Al conocer esta historia sentí que quería llevar esa medalla en mi cuello. Pero mi sobrina me dijo que la costumbre era que fuera un regalo. No que uno mismo se la comprara. Así que le lancé varias indirectas a mi esposo y fue mi regalo del Día de las Madres el año 2019. Desde ese momento la llevo siempre conmigo.
Además también conseguí su imagen. Al principio la tenía en la parte de afuera de la casa para que diera la bienvenida a todo el que llegara pero sentía que quería tenerla donde más pudiera verla.
Así que ahora ocupa un lugar de honor en la sala y siempre le tengo flores frescas. En algún momento del día me detengo frente a ella para rezarle
«¡Oh, María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!». También la beso con frecuencia y le pido su protección. Es nuestra madre en el Cielo que está cuidándome al igual que a todos en mi hogar.
El poder de la oración
El año pasado, que hice por primera vez la novena, se la mandé a una amiga que tenía a su esposo en cuidados intensivos con Covid-19. Ella me respondió enseguida que la iba a hacer.
Nos conocimos virtualmente durante la cuarentena estricta de mi país en que las mujeres solo podíamos salir por dos horas tres días a la semana. Tomamos la costumbre de rezar el Rosario en las noches y formamos el grupo Rosario de Oración del cual escribí en este blog el post Oración en el ciberespacio del cual aquí seguido el enlace https://www.10minconjesus.net/oracion-en-el-ciberespacio/
Habíamos estado en contacto desde que ambos enfermaron de Covid-19, pero su esposo se complicó y quedó en cuidados intensivos. Él había presentado una ligera mejoría el fin de semana anterior a su muerte. Pero cuando le mandé la novena me dijo que su esposo estaba muy delicado. Ese mismo día en la tarde murió. Fue impactante.
Esa tarde no podía dejar de pensar en ella y lloré mucho. Tan joven. Todo el grupo de amigas estábamos muy tristes. Yo solo lo vi una vez en mi casa cuando vinieron a buscar un libro que me habían comprado.
Sin embargo, el lazo que nos unía era muy fuerte debido a las horas compartidas rezando el Rosario con tanta devoción. Sin saber cómo apoyarla, llamé a otra amiga que también había perdido a su esposo durante este tiempo de pandemia sin poder despedirse de él. Me dijo que lo mejor, ya que mi amiga era muy devota de la Virgen, era que ofreciéramos rosarios por el alma de su esposo y por fortaleza para ella . Y eso hicimos. También le he rezado mucho a la Virgen de la Medalla Milagrosa para que la confortara.
Ha pasado ya un año de esto. Es increíble la paz que ella refleja después de esta prueba tan dura. Ha sido un ejemplo para todas de lo que es sobreponerse al dolor teniendo como mejor aliada a la oración y el amor por la Virgen.
Gracias Mamá María por cuidarnos y sanarnos si te damos la oportunidad de estar en nuestras vidas.
Te insto a que el día de hoy repitas muchas veces “¡Oh, María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!” y que también consideres, como yo, llevar siempre en tu pecho la Medalla Milagrosa.
¡Tal vez pueda ser el regalo que pidas en esta Navidad!
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La canción Bendita sea tu pureza es el regalo de Cheli Boyd, cantante católica panameña, a la Virgen de la Medalla Milagrosa.
Hola Tere, cómo siempre hermoso tu escrito! Esa oración me la enseñó mi abuelita materna desde que era yo,muy niña y confieso que se me olvida rezarla, gracias por acordármela! espero no olvidarla más. No tenía idea de sus beneficios,gracias por compartir tus conocimientos acerca de esta advocación y lo importante de su uso, yo tengo la medalla,hace años Alejo me la regaló y la llevo con frecuencia pero desconocía sus promesas a quienes la llevaran. Gracias!!!